23.5.12

El Pa-dino (I, II, y III)


Hay tres maneras de acercarse, de experimentar, de meterse dentro de una buena historia: viviéndola en primera persona, escribiéndola sobre el papel (también sirve el teclado) o admirándola en la gran pantalla. La primera opción no siempre está al alcance de nuestra mano; es el destino quien lo decide. La segunda es harto complicado llevarla a buen puerto (doy fe de ello). En cuanto a la tercera…La mayoría de los mortales nos conformamos con elegirla, y eso a pesar de la subida de la taquilla y el elevado coste de las palomitas (por cierto, el tamaño grande sale mejor de precio). 

Este blog ya contiene una sección de cine y nada más lejos de mi intención que competir o rivalizar con ella. No, no se trata de eso. Pero se me ocurrió que sería interesante y divertido (y un guiño a esta crisis) realizar una aproximación dinosauriana, desde una perspectiva marxiana (sí, por los hermanos), a ese mundo de los sueños, las cámaras y los focos. Espero que Mr. Coppola sepa disculparme. 

Aquí está el resultado: “El Pa-dino (I, II y III. Una de gangstersaurios)” 

“Rincón del bosque en penumbra. La figura de Don Dino Corleone se recorta entre las sombras. A su lado, cabizbaja, hay una terrible tiranosauria apodada “la Merkel-Rex”, famosa por preferir las tijeras a las pistolas. 
 - No esperaba verte tan pronto, Merkel-Rex. 
- La situación empeora por momentos, Pa-dino. Las elecciones han sido un fracaso y necesito su ayuda para salir de esta. ¿Qué hago con “el Mantequilla Hollande-sa” 
- Si algo nos ha enseñado la historia es que se puede matar a cualquiera. 
- ¡Con lo a gusto que estaba yo con “el Shark-osí”. ¿Será doloroso? 
- ¡Qué más da! No es personal, solo negocios. 
- Y con el saurio español ¿qué hacemos? 
- Déjamelo a mí. Le haré una oferta que no podrá rechazar. 
- No sé, no sé… Me han dicho que tiene algunos colaboradores que no terminan de caerse del Guindo’s. 
- Pues entonces habrá que empujarles… Aquí hay dinero para rato… 
- Gracias, muchas gracias, Pa-dino. Me voy, estoy agotada. 
- Sí, Merkel-Rex, sí. El poder agota a los que no lo tienen – sonríe burlonamente Don Dino Corleone mientras le enseña sus afilados caninos. 
– Y recuerda: mantén la boca cerrada y los ojos abiertos. Las finanzas son un arma y la política es el arte de saber cuándo disparar esa arma”. 

Y así nos va a los europeos… 

 Dinosaurios de andar por casa 
Sonia Martínez Bueno

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