30.11.13

Desenterrando un bebé Chasmosaurus canadiense


Recientemente se ha desenterrado en Canada un pequeño esqueleto casi intacto de bebé de ceratópsido del Cretácico Superior por el equipo compuesto por los investigadores Philip J. Currie, Robert Holmes, Michael Ryan Clive Coy, Eva B. Koppelhus.

El juvenil se estima que tuviese apenas unos pocos años y medía tan solo 1,5 metros cuando debió ahogarse en un río cercano a la actual Alberta, hace 70 millones de años. Este fósil es uno de los esqueletos intactos más pequeños encontrados dentro del grupo de los ceratópsidos, conocidos e icónicos herbívoros entre los que recordamos a Triceratops por ejemplo.

Encontrar un juvenil de dinosaurio es poco común, más aún en este estado de preservación. Philip Currie, uno de los coautores, declara: "Los más grandes se preservan mejor; no suelen ser devorados o destruidos por otros animales".

El final habitual de un juvenil de chasmosaurio. Devorado y desarticulado. Yep, sabe a pollo.

También, citando al Dr. Currie, se suelen encontrar huesos aislados de juveniles, pero son poco útiles en sí mismos para estudiar la ontogenia. No se tiene buen conocimiento de los cambios entre juveniles y adultos ya que no se tiene constancia de todos los cambios que experimenta cada hueso en cada estadio.

El equipo estaba buscando huesos en el Dinosaur Provincial Park en Alberta, cuando Currie encontró lo que creía un caparazón de tortuga sobresaliendo en una colina. En una inspección más exhaustiva resultó que la pieza era de una de las ornamentaciones del escudo oseo que decora la zona caudal del cráneo de los ceratópsidos.

El ejemplar corresponde a un juvenil de Chasmosaurus belli. El esqueleto entero, aunque desmembrado (con las extremidades que habían caído tan solo ligeramente desarticuladas del resto del ejemplar). Incluso permite observar la impresión de la piel del animal conservada en el molde del sedimento sobre el que reposa el dinosaurio.

Al encontrarse en unos sedimentos relacionados con el paso de agua, y la carencia de marcas de depredación o de heridas, es bastante probable que el juvenil se ahogase en la masa de agua. Además, el tipo de preservación indica un rápido enterramiento en el sedimento.

Una muestra de distintos cráneos de ceratópsidos. Destacar, arriba, tres especies del género Chasmosaurus, con Chasmosaurus belli en el centro. ¿Notan las diferencias a simple vista con el cráneo del juvenil?.

El interés principal desde el punto de vista científico, radica en conocer los cambios que se producen en la morfología del esqueleto entre juveniles y adultos de Chasmosaurus. Por ejemplo, una de las deducciones a las que llega el equipo, es el comportamiento de la manada.

Mientras que los juveniles de terópodos como Tyrannosaurus rex tenían unas patas inusualmente largas respecto a los adultos, y se teoriza que pudieran ser para mantener el ritmo de marcha con la manada. Chasmosaurus, al contrario, mantenía una morfometría muy similar de las extremidades entre juveniles y adultos, lo que quiere decir que la manada no se movería demasiado o mantendría el ritmo de los juveniles. Mientras que los cambios morfológicos más radicales, se producirían en la estructura del cráneo.

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