29.5.14

El registro de ornithomimosaurios europeos crece


Los ornithomimosaurios son un clado de terópodos herbívoros bastante peculiar. Por desgracia, casi todo su registro se concentra en Asia, siendo raros en África, Europa y Norteamérica. Concretamente en Europa, el único caso de ornithomimosaurio no ambiguo es el de nuestro conquense Pelecanimimus. Sin embargo, parece que todo ha cambiado con el descubrimiento del yacimiento de Angeac en el sudoeste de Francia, donde en unos escasos 80 metros cuadrados se han llegado a encontrar una veintena de terópodos asignados preliminarmente a Ornithomimosauria (Allain et al, 2011). Este descubrimiento podría aportar algo de luz al registro de ornithomimosaurios y otros terópodos de difícil asignación en el Cretácico Inferior de Europa.

Un estudio reciente publicado por Allain y colaboradores (2014) se ha centrado en la revisión de material clásico europeo y la comparación con parte del material de un nuevo taxón de ornithomimosaurio, aún por describir, procedente de Angeac. El problema de este material radica en el estado fragmentario y aislado de las piezas, que ha llevado a discutir dos problemáticas fundamentales: la asignación taxonómica y la validez de algunas especies clásicas.

Por ejemplo, Thecocoelurus daviesi, uno de los taxones revisados, es una especie definida a partir de una única vértebra procedente del Cretácico Inferior de la Isla de Wight (Inglaterra). Por sí sola, esta pieza no es diagnóstica e invalida la especie, pero gracias a la comparación con el material extraído en Angeac, se ha visto que la vértebra de Thecocoelurus es muy similar a la del yacimiento francés. De esta forma, al ser asignable a esta pieza, quiere decir que puede reconocerse como un posible ornithomimosaurio gracias a las características del esqueleto completo al que se le asocia. Por tanto, la vértebra de Thecocoelurus (o su vértebra homóloga y aislada en Angeac) serviría para decir que es un terópodo, con características afines a ornithomimosaurios como Gallimimus, pero que además tiene características que comparte con Noasaurus, Masiakasaurus… Vamos, a una gran cantidad de grupos muy distintos si recordamos la filogenia de Theropoda.

 
El escaso registro de Thecocoelurus (C, D y F). Comparativa con la vértebra ANG-10 175 del ornithomimosaurio de Angeac (A, B, E y G).

Otra problemática similar presenta Valdoraptor, también procedente del Cretácico Inferior inglés. Este taxón se describió a partir de tres metatarsales incompletos en conexión. Y también tiene gran cantidad de características que comparte con el ejemplar de Angeac, pero que no son diagnósticas, ya que por sí solas son caracteres presentes en otros ornithomimosaurios, así como en Tyrannosaurus. Las características de los metatarsales británicos serían más propias de ornithomimosaurios, con lo que Allain y colaboradores lo asignan a este clado. No obstante, se vuelve a tener el mismo problema que en caso comentado anteriormente: por sí solas estas piezas no son diagnósticas a nivel de especie. Por tanto, Valdoraptor pasaría a ser uno de los registros más antiguos de Ornithomimosauria en Europa, pero como una especie indeterminada.


Cuando se dice que sobran dedos para contar el material de Valdoraptor, es que es prácticamente literal. Los tres metatarsales de Valdoraptor (A). Comparativa con los tres metatarsales de ANG-10 240 (B), 237 (C) y 07 (D) respectivamente.

Otras piezas del registro europeo parecen ser atribuibles también a este clado, con lo que parece que Pelecanimimus no estaba tan solo y contaba con más familiares no tan lejanos, tanto geográfica como temporalmente. En cuanto a la taxonomía, se torna casi tan compleja como la biogeografía de este grupo. Y siempre surgirá la discusión sobre si es mejor definir una especie diagnóstica o respetar un nombre antiguo.

 Registro de Ornithomimosauria en el Cretácico Inferior.

Este nuevo taxón dará bastante que hablar, pero de momento, no corramos como Gallimimus sin cabeza.


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