15.5.14

¿Mundos virtuales en Paleontología?

¿Recordáis la escena en Parque Jurásico en la que Alan Grant se queja de lo mal que se lleva con los ordenadores? En aquella época no había tanto problema si no te entendías con ellos, pero en estos tiempos los soportes informáticos se están volviendo una herramienta de gran relevancia en el estudio de fósiles. Y de esto concretamente habla el último artículo de John A. Cunningham y colaboradores, de la revolución digital que está viviendo ahora mismo la paleontología. Ahora puedes digitalizar un fósil y estudiarlo en el ordenador igual que si tuvieras delante la pieza original.

-Pues menuda gracia- diría nuestro querido Dr. Grant.

Sí y no. Me explico. Si bien no hay nada más gratificante que tener una pieza original en tus manos, las posibilidades que nos abren los modelos digitales son infinitas. Para empezar, son de gran utilidad en el proceso de extracción de fósiles. Ahora podemos saber qué hay dentro de un bloque, o qué forma o espesor tiene una estructura tapada por material de difícil eliminación, lo que ayuda enormemente al proceso de limpieza… ¡y también al de conservación! Ya no necesitamos arriesgar la integridad del fósil para poder dejar a la luz una estructura que pueda ser dañada durante ese delicado proceso. Además, conservando una copia digital de la pieza, tendríamos la capacidad de replicarla si la original fuese dañada.

Resumen de los principales pasos implicados en el análisis funcional a través de modelos computacionales en el dinosaurio Erlikosaurus andrewsi (A, C, E, G) y en el carpoideo Protocinctus mansillaensis (B, D, F, H).

A esto hay que sumarle un detalle muy importante: la difusión. Ya no necesito ir a un museo al otro lado del planeta solo para comprobar si una pieza tiene tal o cual estructura. Creando una base de datos mundial similar a Genebank (ADN de seres vivos) cualquier investigador puede tener acceso a todos los especímenes de su grupo de estudio, haciendo más completos sus estudios. Por si fuera poco, los nuevos métodos de escaneado no solo permiten obtener la superficie de la pieza, sino también su estructura interna. Esto abre un abanico de posibilidades en el estudio de la biología de los animales y plantas estudiados. Podemos saber la histología del hueso sin tener que seccionarlo, o reconstruir la cavidad encefálica del animal para ver la forma y tamaño de las estructuras blandas que contenía, y que tanta información pueden darnos acerca del modo de vida del animal.

Fotografía del pez agnato Shuyu (de 10 mm de anchura) y una porción del mismo animal obtenida por Rayos X mediante un synchrotron.

También, usando nuevas metodologías mecánicas, como el Análisis de Elementos Finitos, o la Dinámica Computacional de Fluidos, podemos llegar a realizar estudios funcionales, como la presión ejercida a una estructura si realiza un movimiento concreto, o la posición optima de un hueso en relación a la posición de su estructura adyacente. Todo esto, junto con diferentes comentarios acerca de los distintos métodos de escaneo (con su precio y accesibilidad), o los softwares más utilizados para realizar cada una de estas acciones, en el siguiente trabajo:

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