8.2.18

Bienvenidos al Norte


Cómo entender el éxito evolutivo de un grupo de seres vivos está en el orden del día de las investigaciones de los distintos especialistas y es una tarea no del todo sencilla. En cuanto te metes de lleno en el registro fósil la cosa puede complicarse más sobre todo debido a el sesgo que este presenta, pero siempre los trabajos ayudan a entender un poco más la evolución de la vida en la Tierra. Esta misma semana se ha publicado en la revista científica Nature Ecology & Evolution un muy interesante trabajo centra en los dominadores del Mesozoico, los «lagartos terribles». En esta publicación se propone una novedosa aportación a la radiación adaptativa de los dinosaurios. Así, a modo de ejemplo para cada periodo, los investigadores proponen que durante el Triásico, al albor del grupo, los dinosaurios se expandieron rápidamente hacia norte, noreste y este, en el Jurásico los movimientos se dirigieron mayoritariamente hacia noroeste y, finalmente en el Cretácico, los movimientos al norte eran mejor acogidos. El trabajo además emplea una interesante combinación metodológica mezcla de registro fósil, sistemática y biogeografía.

Parece evidente que desde el principio los dinosaurios fueron bienvenidos al Norte.

El resumen del trabajo es el siguiente:

Dinosaurs dominated terrestrial ecosystems across the globe for over 100 million years and provide a classic example of an evolutionary radiation. However, little is known about how these animals radiated geographically to become globally distributed. Here, we use a biogeographical model to reconstruct the dinosaurs’ ancestral locations, revealing the spatial mechanisms that underpinned this 170-million-year-long radiation. We find that dinosaurs spread rapidly initially, followed by a significant continuous and gradual reduction in their speed of movement towards the Cretaceous/Tertiary boundary (66 million years ago). This suggests that the predominant mode of dinosaur speciation changed through time with speciation originally largely driven by geographical isolation—when dinosaurs speciated more, they moved further. This was gradually replaced by increasing levels of sympatric speciation (species taking advantage of ecological opportunities within their existing environment) as terrestrial space became a limiting factor. Our results uncover the geographical signature of an evolutionary radiation.

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Más información:
  • Referencia: Ciara O’Donovan, Andrew Meade & Chris Venditti (2018): Dinosaurs reveal the geographical signature of an evolutionary radiation. Nature Ecology & Evolution. DOI: 10.1038/s41559-017-0454-6
  • Imagen tomada de aquí.

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