3.1.13

¡Que le corten la cabeza!


Cada vez más nos acercamos y apuntamos más fino en la búsqueda y comprensión de los dinosaurios. La tecnología nos está permitiendo desarrollar artefactos que nos facilitan el estudio de estructuras que como todos sabemos estaban ahí. Herramientas como la tomografía computerizada o el realismo que se está alcanzado con el uso de gráficos en tres dimensiones, están ampliando la noción del mundo de aquellos rudos seres nombrados por Owen hace ya unos añitos. ¿Y cuál es la estructura corporal que nos está permitiendo meternos en los pensamientos y posibles costumbres de los dinosaurios? No cabe duda, el cerebro. Pero como ¿los dinosaurios tenían cerebro? Menos mal que esa ofensa ya ha quedado muy atrás, a pesar de que algunos de estos «lagartos terribles», pudieran presentar tamaños cerebrales no de una sino de dos nueces de california. Volviendo a las herramientas tecnológicas estas nos están permitiendo visualizar la anatomía de las estructuras localizadas en la caja craneana de los dinosaurios como son el cerebro (con sus distintos lóbulos) y el oído interno. Aunque ya es conocida en diversos grupos de dinosarios, un trabajo publicado en el ocaso de 2012 en la revista PLoS ONE nos mete de lleno en la antomía cerebral de un grupo de dinosaurios terópodos peculiares como son los tericinosaurios. Y ¿qué nos dicen las cajas craneanas de los tericinosaurios? Bueno pues todo parece indicar que estos terópodos fitófagos presentaban un sentido del equilibrio y del olfato muy desarrolldo, además de una capacidad auditiva importante. Capacidades estas dos últimas muy importantes para un fitófago (quiero comer pero eso sí, no me comas).

¿Puede ser que la nueva hornada de estudios sobre neuroanatomía en dinosaurios sea debido al impacto de la Reina Roja y su desquicia: ¡Que le corten la cabeza! ¡Que le corten...!?

--Imagen tomada de North Carolina Museum of Natural Sciences News (Autor: Stephan Lautenschlager).

--Referencia: Stephan Lautenschlager, Emily J. Rayfield, Perle Altangerel, Lindsay E. Zanno & Lawrence M. Witmer (2012): The Endocranial Anatomy of Therizinosauria and Its Implications for Sensory and Cognitive Function. PLoS ONE 7(12): e52289. DOI: 10.1371/journal.pone.0052289.

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