8.2.13

Cien maneras de matar con garras terribles

Era verano de 1964. El equipo de John Ostrom había estado excavando ese verano en la formación Cloverly (Cretácico Inferior de Montana). No había sido una campaña especialmente fructífera, y estaba llegando a sus últimos días. De repente, volviendo a donde habían aparcado sus vehículos, Ostrom atisbó algo en las rocas. Se dispuso rápidamente a desenterrarlo con sus propios dedos, pues había dejado atrás el equipo de excavación.

John Ostrom

Pronto desenterró lo que parecía la garra de un dinosaurio terópodo y carnívoro, aparentemente de la mano, por su pronunciada curvatura. En total, se recuperaron restos craneales y postcraneales de al menos 4 individuos de este dinosaurio, asociados a un dinosaurio ornitópodo de mayor tamaño.

El análisis anatómico de estos restos mostró algo que hoy es harto conocido, pero que fue una sorpresa en aquella época: la garra que llamó la atención de Ostrom no pertenecía a la mano, sino al dedo 2 del pie. Una garra de esas características impediría una marcha normal.

Ostrom descubrió que las falanges del dedo 2 permitirían una hiperextensión del mismo, convirtiendo al animal en un marchador didáctilo, algo que se ha contrastado al aparecer icnitas didáctilas.

La "garra terrible" 

Ostrom llamó a este animal Deinonychus, que significa “garra terrible”, en alusión a la garra que desenterró. Y además propuso una hipótesis que dio un giro copernicano al paradigma imperante en la época: Deinonychus cazarían en grupos como una jauría de perros a animales de mayor talla como Tenontosaurus, usando la “garra terrible” para abrir en canal a su víctima, como si fuera una navaja retráctil.

Esta hipótesis ha sido cuestionada recientemente: la función “destripadora” de la garra terrible ha sido puesta en entredicho. 

Experimentos con modelos de estas garras y piel de cerdo muestran que no eran capaces de rajar, pero si de perforar y engancharse. Ello indica que Deinonychus no mataba rajando, sino más bien o “apuñalando” como también propuso Ostrom o anclándose a un individuo varios individuos para herirlo con las garras delanteras y las mandíbulas.

No obstante, una reciente hipótesis ha añadido otra posible manera de cazar con estas garras: comparando el pie de Deinonychus con el de las aves de presa contemporáneas, estos autores consideran que el parecido implica que cazaría sujetando a su presa con sus garras, devorándola viva mientras usaba sus "protoalas" para estabilizarse.


Igual nos hemos excecido en el nº de maneras de matar, pero seguramente pronto nuevas hipótesis refutarán las últimas propuestas y darán nuevas interpretaciones funcionales. Y seguramente nos darán en qué pensar.

PS: En “Parque Jurásico” hay un pequeño error cuando se habla de la posición de la garra en el pie de los “raptores”. A ver si lo encontráis. 
Una pista: está al principio de la peli. ;)

Referencias:
  • Carpenter K (1998). "Evidence of predatory behavior by carnivorous dinosaurs". Gaia 15: 135–144.
  • Fowler DW, FreedMan EA, Scanella JB & Kambic RE (2011) The predatory ecology of Deinonychus and the origin of flapping in birds. PLoS One 6(12): e28964. doi:10.1371/journal.pone.0028964
  • Manning PL, Payne D, Pennicott J, Barrett PM & Ennos RA (2006). "Dinosaur killer claws or climbing crampons?". Biology Letters 2 (1): 110–112
  • Ostrom, J. H. (1969). "Osteology of Deinonychus antirrhopus, an unusual theropod from the Lower Cretaceous of Montana". Peabody Museum of Natural History Bulletin 30: 1–165.

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