29.4.14

El paleoambiente de los yacimientos de vertebrados de las Hoces de Beteta (Cuenca) en el XII EJIP


Introducción

En el extremo norte de la provincia de Cuenca (bien conocida por su gran riqueza paleontológica), se encuentran los yacimientos de vertebrados del Cretácico Inferior de las “Hoces de Beteta” hallados recientemente (Prieto et al., 2013; Ruiz-Galván et al., 2013). Estos nuevos yacimientos pasan a formar parte del rico patrimonio paleontológico de la región, junto con otros yacimientos de edad similar ya bastante conocidos, como lo son el yacimiento de “Las Hoyas”, “Uña” y “Buenache”.

Durante los años sesenta del pasado siglo, varios científicos franceses (Curnelle, 1968; Lapparent et al., 1969), estudiando la geología de la Serranía de Cuenca, citaron restos de macrovertebrados en las “Hoces de Beteta”. Desde entonces, no se han publicado nuevos hallazgos, hasta que en la anterior edición del EJIP (XI), se presentaron tres nuevos yacimientos en la zona, denominados Vadillos-1, Vadillos-2 y El Tobar. Se amplió el registro de los restos de vertebrados encontrados en la región, y se estudió el contexto geológico de los mismos (Prieto et al., 2013; Ruiz-Galván et al., 2013).

El trabajo presentado en esta edición del EJIP, consiste en ampliar la información aportada en anteriores publicaciones sobre el contexto, la estratigrafía y el paleoambiente de estos yacimientos de vertebrados.

Situación geográfica y geológica

El área estudiada se encuentra al N de la provincia de Cuenca (España), en el paraje natural de las “Hoces de Beteta”, cerca de los municipios de Puente de Vadillos y El Tobar. Geológicamente se sitúa en el extremo SO de la Cordillera Ibérica, donde predominan los afloramientos de la cobertera mesozoica, muy plegada y fracturada en este sector (Capote et al., 1982).

Figura 1. A, B: Localización geográfica (A) y geológica (B) de los nuevos yacimientos en las Hoces de Beteta. (Extraído de Prieto et al., 2013)

Estratigrafía y paleoambiente

Los tres yacimientos (Vadillos-1, Vadillos-2 y El Tobar) presentan conjuntos litológicos similares en facies Weald, pertenecientes a la Fm Arenas y Arcillas del Collado (Prieto et al., 2013) y, en parte, posiblemente a la Fm La Huérguina (su equivalente lateral). Sin embargo, cada yacimiento muestra ciertas diferencias y matices que conviene resaltar. La sucesión común, que alcanza unos 20 m de potencia, presenta de base a techo: una capa de arcillas marrones, una capa de margas grises (que pueden mostrar tonalidades verdosas en algunos tramos) y una capa de arcillas rojas, todas ellas separadas mediante límites graduales. En líneas generales Vadillos-1 se caracteriza por presentar el mayor espesor arcilloso de los 3 yacimientos, Vadillos-2 presenta un intervalo carbonatado que contiene también restos de vertebrados y en El Tobar hay un mayor número de intercalaciones arenosas, así como un mayor espesor de margas grises y menor de arcillas marrones.

En cuanto al contenido fósil, en Vadillos-1 se encuentran restos vegetales carbonificados, carofitas, moluscos, ostrácodos, restos óseos de osteíctios, cocodrilomorfos y dinosaurios, y fragmentos de cáscaras de huevo. El contenido fósil de Vadillos-2 se compone de restos óseos de osteíctios y cocodrilomorfos, y fragmentos de cáscaras de huevo. En El Tobar se hallan restos vegetales carbonificados, carofitas, ostrácodos, tortugas, cocodrilomorfos y dinosaurios.

Estos materiales se depositaron en diferentes ámbitos de un sistema aluvial, en general en zonas relativamente distales (ausencia de brechas y conglomerados) y parcialmente inundadas por pequeñas áreas lacustres o palustres. Las intercalaciones arenosas podrían corresponder a pequeños canales distribuidores tipo “braided”, que desplazarían el sedimento más grueso generando estructuras de corriente, como estratificaciones cruzadas. La energía del sistema también favorecería la formación de oncolitos. Los depósitos arcillosos y carbonatados corresponderían a las llanuras de inundación de este sistema aluvial, en las que se vio favorecida la conservación de los fósiles encontrados. (Vicente & Martín-Closas, 2013).

Figura 2: A, B: Vistas de intervalos fosilíferos en los afloramientos de Vadillos-1 (A) y El Tobar (B). (Extraído de Prieto et al., 2013)

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Referencia:
Trabajos citados:
  • Capote, R., Díaz, M., Gabaldón, V., Gómez, J.J., Sánchez de la Torre, L., Ruiz, P., Rosell, J., Sopeña, A. & Yébenes, A. (1982). Evolución sedimentológica y tectónica del Ciclo Alpino en el tercio noroccidental de la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica. Temas geológico- mineros, 5, 240 p.
  • Curnelle, R. (1968). Études géologiques dans la Serranía de Cuenca, entre Priego et Beteta (Chaînes ibériques occidentales, Province de Cuenca). Tesis doctoral, Université de Bordeaux, 57, 187 p.
  • Lapparent, A.F. de, Curnelle, R., Defaut, B., Miroschedji, A. de, & Pallard, B. (1969). Nouveaux gisements de Dinosaures en Espagne centrale. Estudios Geológicos, 25, 311-315.
  • Prieto, I., Barroso-Barcenilla, F., Segura, M., & Ruiz-Galván, A. (2013). Contexto geológico de los nuevos yacimientos Barremienses de vertebrados en las Hoces de Beteta (Cuenca, España). En: Trending Topics in Paleontology (Eds. P. Navas-Parejo, C. Martínez-Pérez & S. Pla-Pueyo). Atarfe, Granada, 89-91.
  • Ruiz-Galván, A., Sanz, J.L., Sevilla, P. & Prieto, I. (2013). Nuevos yacimientos de vertebrados en el Cretácico Inferior de las Hoces de Beteta (Cuenca, España). En: Trending Topics in Paleontology (Eds. P. Navas-Parejo, C. Martínez-Pérez & S. Pla-Pueyo). Atarfe, Granada, 98-100.
  • Vicente, A. & Martín-Closas, C. (2013). Lower Cretaceous charophytes from the Serranía de Cuenca, Iberian Chain: Taxonomy, biostratigraphy and palaeoecology. Cretaceous Research, 40, 227-242.

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