27.5.16

Nuevo cocodrilo, nuevo reconocimiento


Nunca es tarde si la dicha es buena. O, al menos, eso afirma un refrán español. En cualquier caso, las últimas semanas que se han ido llegaron cargadas de buenas noticias.

Por un lado, conocíamos que la revista Cretaceous Research acababa de publicar un artículo sobre una nueva especie de cocodrilo del Cretácico Superior europeo: el Agaresuchus fontisensis, hallado en 2007 en el yacimiento de Lo Hueco. El estudio de sus restos craneales ha aportado, como afirmaba Francisco Ortega, “información de enorme calidad y muy abundante para entender la historia evolutiva de las faunas de vertebrados que vivían en Europa en el Cretácico Superior y por proyección en el resto del mundo”. Este hallazgo, unido al de Lohuecosuchus megadontos, ha permitido identificar un nuevo grupo de cocodrilos, llamado Allodaposuchidae, que se convierte en el antecesor más cercano de estos animales que todavía hoy contemplamos en algunas regiones del planeta. Una pena que en el río Moscas no tengamos ninguno…

Casi al mismo tiempo, y coincidiendo con la presentación en sociedad del Agaresuchus fontisensis (debo confesar que me encanta el nombrecito), se anunciaba que el equipo de investigadores que ha trabajado (y lo sigue haciendo) sobre el patrimonio paleontológico de nuestra provincia (Cuenca), recibirá el próximo 31 de Mayo, fecha en la que se celebra el Día de la Comunidad de Castilla-La Mancha, una placa al Mérito Regional. Es un reconocimiento a su labor de investigación, conservación y difusión de la riqueza paleontológica de esta bella tierra, en otro tiempo plagada de dinosaurios…

Como diríamos en mi pueblo, un municipio habitado por fuenteños (¿o quizás fontisensis?), es un galardón que merecen, porque se dejaron la piel trabajando, de sol a sol, en un yacimiento paleontológico perdido entre girasoles, trigo y cebada, en un lugar del que casi nadie quería acordarse. Ahora, gracias a sus investigaciones, a sus publicaciones y a su empeño, gente de otras latitudes sabe situar en el Mapamundi a Fuentes y al yacimiento de Lo Hueco.

Gracias por eso, por una labor bien hecha y por seguir adelante, con poco dinero pero muchas ganas.

Sonia Martínez
Dinosaurios de andar por casa

26.5.16

Agaresuchus fontisensis en los medios


Agaresuchus fontisensis, la segunda especie de cocodrilo alodaposúquido descrita en el yacimiento de Lo Hueco y publicada en la revista Cretaceous Research la semana pasada, se convirtió en uno de los protagonistas de las noticias científicas de algunos de los principales medios de comunicación nacionales. A continuación dejamos un resumen de las noticias más destacadas sobre la publicación de Agaresuchus:


Además, la presentación de Agaresuchus en el Museo de Paleontología de Cuenca fue cubierta por varios medios televisivos como RTVCM, apareciendo en la edición del día 11 de Mayo del informativo Castilla-La Mancha a las 8:



También RTVE cubrió el acto de presentación y realizó el siguiente reportaje en la edición del día 12 de Mayo de Noticias Castilla La Mancha:



Por otro lado, Francisco Ortega, uno de los autores de la publicación, fue entrevistado en el programa Cuenca en la Onda de Onda Cero en su edición del día 12 de Mayo:


Finalmente, la web Past Time dedicó uno de sus podcasts a los cocodrilos de Lo Hueco. Fue el día 20 de Mayo y se tituló "A Tale of Two Crocs: Predators of Cretaceous Spain":


ACTUALIZACIÓN: El día 22 de Junio se habló sobre la presentación de Agaresuchus fontisensis en el programa 24 Horas de Radio Nacional:

19.5.16

Atopodentatus: no tan extraño, después de todo

Seguro que algunos de vosotros recordáis a Atopodentatus unicus, un sauropterigio basal del Triásico Medio de China caracterizado por poseer un cráneo de lo más extraño, adaptado (quizás) a algún tipo de alimentación filtradora. Este singular animalito fue descrito y presentado al mundo por primera vez hace ya dos años. Ahora, dos nuevos ejemplares de Atopodentatus han sido publicados recientemente en la revista Science Advances, y arrojan nueva e interesante información sobre su morfología craneal y modo de vida.


Los dos nuevos especímenes, provenientes de la Formación Guanling (Anisiense; Provincia de Yunnan), incluyen dos cráneos, uno en vista dorsal y otro en vista ventral. Así pues, permiten apreciar notables diferencias respecto a la interpretación original que se hizo de este taxón: las premaxilas no se encuentran separadas y curvadas hacia abajo con los dientes enfrentados entre sí, tal y como se creía, sino que forman una única estructura en forma de martillo, otorgándole al animal un pico ancho y plano (lo que le da un aspecto similar al del saurópodo Nigersaurus). Además, las premaxilas y el dentario estaban cubiertos por multitud de dientes insertados de manera pleurodonta (algo inusual en este grupo de reptiles), consiguiendo así una estructura en forma de rastrillo. Con ella, y según los autores, iría rastrillando (valga la redundancia) por el fondo marino, alimentándose de algas del sustrato. Los dientes posteriores, en forma de aguja, servirían para filtrar posteriormente la materia vegetal y el agua. Este descubrimiento supone la evidencia más antigua de herbivoría en un reptil marino.


Gracias a estos dos nuevos ejemplares, sabemos que Atopodentatus unicus no tenía una extraña boca partida por la mitad, sino un gracioso pico parecido al de un pato, y que posiblemente le servía para alimentarse de algas en vez de ser un filtrador. 

Este curioso reptil ha pasado de ser rarísimo a ser solo raro. Raro a secas. Lo cual, por cierto, tampoco está mal.

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Más información:
  • Referencia: Chun, L.; Rieppel, O.; Long, C.; Fraser, N. C. 2016. The earliest herbivorous marine reptile and its remarkable jaw apparatus. Sciences Advances 2 : e1501659. DOI: 10.1126/sciadv.1501659.
  • Imágenes: Arriba, reconstrucción de Atopodentatus y su nuevo aspecto, por Y. Chen. Abajo, los dos nuevos especímenes de A. unicus (imagen tomada del artículo original).

12.5.16

Titanosaurian (Skull) Fashion Week

Hasta hace bien poco, en las introducciones de cualquier artículo descriptivo sobre material craneal de saurópodos titanosaurios una de las primeras frases que se podían leer era (a grandes rasgos y con sus variaciones): “Los titanosaurios fueron los saurópodos con más éxito del Cretácico. Sin embargo, se conocen gracias a sus restos postcraneales y dientes, ya que los craneales son pocos y no se encuentran bien preservados”. Dentro de esos cráneos “no muy bien preservados” publicados en el siglo XX estarían el de Nemegtosaurus mongoliensis y Quaesitosaurus orientalis, previamente identificados como diplodócidos, y más tarde incluidos dentro de Titanosauria y redescritos por Wilson (2005).

Estos cráneos, sin embargo, eran bastante informativos dentro de un clado de saurópodos en los que apenas se conocían datos sobre la morfología general de sus cabezas. Eso sí, la ingente cantidad de dientes aislados y de casi 30 basicráneos de titanosaurio (más de la mitad referidos a taxones) encontrados han proporcionado información muy útil que, en conjunto con los cráneos de Nemegtosaurus y Quaesitosaurus, nos han ayudado a especular con varios aspectos sobre la biología de estos saurópodos, como su alimentación y maneras de masticar.

Cráneo de Nemegtosaurus (Wilson, 2005)

Esta situación cambió cuando en el 2011 Zaher y colaboradores publicaron el que era hasta la fecha el taxón de titanosaurio con el cráneo más completo encontrado: Tapuiasaurus macedoi. En este espécimen, encontrado en Brasil, todos los elementos craneales preservados se encontraban en conexión, e incluso preservaba los dientes en posición. Tras un análisis filogenético y comparativo se vio que presentaba similitudes con Nemegtosaurus y Rapetosaurus. Sin embargo, hace apenas unos días, Wilson y colaboradores han publicado una descripción mucho más detallada de dicho cráneo, y han realizado un análisis filogenético más exhaustivo en el que se ha comprobado que Tapuiasaurus es realmente una forma mucho más basal, estando emparentada con los titanosauriformes Phuwiangosaurus y Tangvayosaurus. De todas maneras, los autores avisan que un análisis más detallado en el que se incluya también el material postcraneal de Tapuiasaurus está en proceso. Y, aunque no es el caso de esta publicación, es importante resaltar que, aunque los cráneos y la dentición son elementos muy informativos, hay que mostrar precaución al utilizarlos en términos comparativos y sistemáticos si no se tiene en cuenta el material postcraneal. Al menos éste es el caso de los titanosaurios nemegtosáuridos y los diplodocoideos, que presentan varias convergencias (como por ejemplo en los basicráneos).

Cráneo de Tapuiasaurus (Wilson et al., 2016)

El pasado 26 de abril se publicó (por fin!) un espécimen que muchos llevamos esperando bastante tiempo… Sarmientosaurus musacchioi. El equipo de Rubén Martínez de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco en Comodoro Rivadavia (Chubut, Argentina), junto con otros investigadores de Argentina y EEUU, ha descrito detalladamente y con multitud de figuras de gran calidad lo que es el cráneo casi completo y con todos los elementos en conexión de una nueva especie de titanosaurio encontrada en Argentina. La historia de su descubrimiento se remonta a 1996, cuando Ignacio Ruiz-Omeñaca descubrió junto al equipo de Rubén Martínez el cráneo del titanosaurio en conexión con parte de su cuello en Sarmiento (Chubut, Argentina). Desde entonces el material ha sido objeto de un detallado estudio (tanto descriptivo de cada hueso como de la morfología de los dientes, el cerebro y el oído). De hecho, la información acerca del cerebro y el sistema sensorial es la más complete obtenida hasta ahora para un saurópodo. Otro de los grandes descubrimientos es la presencia de un tendón osificado en el cuello, lo que es una novedad anatómica dentro de los dinosaurios no avianos (por ejemplo en ornitisquios los tendones suelen aparecer asociados a las espinas neurales de las vértebras dorsales posteriores, sacras y caudales proximales).

Reconstrucciones digitales del cráneo de Sarmientosaurus en posición de alerta (Martínez et al., 2016)

Las diferencias existentes entre los cráneos de Sarmientosaurus y Tapuiasaurus (ambos litostrotios basales) indican que varios taxones de titanosaurio con estructuras craneales diferentes habitaron en el Cretácico sudamericano.

¡Al fin los titanosaurios dan la cara!

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Referencias:
  • Martínez, R.D., Lamanna, M.C., Novas, F.E., Ridgely, R.C., Casal, G.A., Martínez, J.E., Vita, J.R., Witmer, L.M., 2016. A Basal Lithostrotian Titanosaur (Dinosauria: Sauropoda) with a Complete Skull: Implications for the Evolution and Paleobiology of Titanosauria. PloS One 11, e0151661.
  • Wilson, J.A., 2005. Redescription of the mongolian sauropod Nemegtosaurus mongoliensis Nowinski (Dinosauria: Saurischia) and comments on late cretaceous sauropod diversity. J. Syst. Palaeontol. 3, 283–318. doi:10.1017/S1477201905001628
  • Wilson, J.A., Pol, D., Carvalho, A.B., Zaher, H., 2016. The skull of the titanosaur Tapuiasaurus macedoi (Dinosauria: Sauropoda), a basal titanosaur from the Lower Cretaceous of Brazil. Zool. J. Linn. Soc. doi:10.1111/zoj.12420
  • Zaher, H., Pol, D., Carvalho, A.B., Nascimento, P.M., Riccomini, C., Larson, P., Juarez-Valieri, R., Pires-Domingues, R., da Silva, N.J., de Almeida Campos, D., 2011. A Complete Skull of an Early Cretaceous Sauropod and the Evolution of Advanced Titanosaurians. PLoS ONE 6, e16663. doi:10.1371/journal.pone.0016663 

11.5.16

Agaresuchus fontisensis, segunda especie de cocodrilo alodaposúquido de Lo Hueco


La revista Cretaceous Research acaba de publicar un artículo en el que se describe una nueva especie cocodrilo alodaposúquido del Cretácico Superior europeo. Este cocodrilo, al que se ha denominado Agaresuchus fontisensis, se ha definido a partir del análisis de un conjunto de restos craneales procedentes del Cretácico Superior del yacimiento de Lo Hueco, localizado en Fuentes (Cuenca).

Como alguno de nuestros lectores ya sabrá, los restos se extrajeron en 2007, en una macroexcavación que se realizó asociada a las obras de instalación del AVE a su paso por Fuentes y en las que se recogieron miles de restos de dinosaurios, tortugas y cocodrilos que se encuentran en distintas fases de estudio.


Agaresuchus fontisensis y Lohuecosuchus megadontos, los dos cocodrilos eusuquios conocidos en Lo Hueco, han permitido identificar un nuevo grupo de estos animales, que se ha denominado Allodaposuchidae y que contiene las formas más cercanamente emparentadas con el antecesor común de los cocodrilos que han llegado hasta nuestros días. El análisis de los cocodrilos de Lo Hueco ha permitido incrementar el conocimiento sobre los alodaposúquidos y proponer la distribución de sus representantes en España, Francia y Rumania, a la vez que nos muestra los primeros pasos de los grupos de cocodrilos que han llegado a la actualidad.

Durante el Cretácico Superior, Europa estaba constituida como un archipiélago de islas, en un ambiente subtropical y en las que eran abundantes los cocodrilos. Agaresuchus y Lohuecosuchus son los habitantes mejor conocidos de una gran isla formada por la mitad norte de España y el sur de Francia y que conocemos como Iberoarmórica. Se ha reconocido la presencia de estos dos cocodrilos en yacimientos del pirineo oscense y del sur de Francia, así como de otros alodaposúquidos por toda Europa. El análisis de Agaresuchus está ayudando a reconocer que las faunas de reptiles del oeste de Europa presentan grandes diferencias con las faunas de las islas más orientales a finales del Cretácico, algo que ya se había reconocido en algunos grupos de dinosaurios.


La caracterización de estas dos especies de alodaposúquidos en Lo Hueco certifica la importancia de este yacimiento conquense a la hora de abordar el estudio de los ecosistemas de finales del Cretácico, como ya ha ocurrido en el análisis de otros grupos de organismos, como tortugas o dinosaurios. En este momento, las líneas de investigación en el yacimiento continúan intentando mostrar la composición de faunas de la isla iberoarmoricana y la estructura de sus ecosistemas a finales del Cretácico.

En el articulo han participado un equipo de investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en España y de la Universidad de Iowa en Estados Unidos, analizando material inédito depositado en el Museo Paleontológico Regional de Castilla-la Mancha en Cuenca.

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Más información:

9.5.16

Dinosaurios en Desgranando Ciencia 3

El evento de divulgación científica "Desgranando Ciencia" tuvo lugar los pasados días 15, 16 y 17 de abril. Durante tres días el Parque de las Ciencias de Granada se llenó de charlas, espectáculos y talleres para que todos los públicos aprendieran y experimentaran. Toda la programación reflejaba a la perfección todas las áreas del conocimiento científico, asi que ¿cómo iba a faltar la paleontología? Además de un taller sobre fósiles, las charlas tuvieron una sesión dedicada a Paleontología y Geología. Durante esta sesión se hablaron de temas como el estudio de las evidencias de vida pasada en Marte, la arqueología y paleontología urbanas relacionadas con las obras, el estudio de los icnofósiles de invertebrados o la paleontología de dinosaurios. Y si, ahí es donde entramos nosotros.

En primer lugar, en la charla 'Cómo conocí a Spinosaurus' de Francisco Gascó se acercó al público al proceso de reconsrucción de un dinosaurio desde el descubrimiento de sus huesos en el campo, y cómo estas reconstrucciones pueden ir cambiando con el tiempo. Aquí el vídeo:


En segundo lugar, la ponencia 'Emplumando dinosaurios: ¿Dónde paramos?' de Carlos de Miguel Chaves trató el controvertido tema del cambio de imagen de los dinosaurios terópodos y sus flamentes plumas. ¿Cuántos fósiles de dinosaurios con plumas se conocen? ¿Cómo usamos esta información para reconstruir su aspecto? Basta de spoilers, aquí podéis verlo:


En el canal de Hablando de Ciencia tenéis disponibles todas las charlas y espectáculos de Desgranando Ciencia, por si os pica la curiosidad. Y debería. Sólo os digo una cosa: duelo de astro-copleros. ¿Cómo os quedáis?

4.5.16

Nuevos restos de Nothosaurus para el registro ibérico


Se acaba de publicar recientemente (muy recientemente, de hecho: finales de esta semana pasada) la versión online de un estudio llevado a cabo por investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, el Departamento de Geociencias Marinas y O.T. de la Universidad de Vigo, y la Unidad de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid. En dicho trabajo se describen y discuten unos fragmentarios restos vertebrales de sauropterigios del Triásico Medio de Soria. Ya hablamos anteriormente de estos restos anteriormente (aquí y aquí). 

Los restos, provenientes de la localidad soriana de Fuencaliente de Medinaceli, fueron encontrados en los años 80, pero hasta ahora no habían sido estudiados. Consisten en varios elementos vertebrales recuperados de facies Muschelkalk, en niveles datados como Ladiniense. La morfología de estas vértebras es compatible con la del sauropterigio Nothosaurus giganteus, el cual presenta arcos neurales con una combinación exclusiva de caracteres. Sin embargo, debido a la escasa y fragmentaria naturaleza de los restos, son clasificados aquí como Nothosaurus cf. giganteus. Pese a que no es posible una determinación a nivel específico, estos elementos son importantes por ser los primeros restos de tetrápodos triásicos en Soria y en toda la comunidad de Castilla y Léon. Además, son incompatibles con otros restos vertebrales de Nothosaurus de la península ibérica, lo que indica la presencia de, al menos, dos especies distintas de este género en el Triásico ibérico. 

Os dejamos con el abstract del artículo:

Several vertebrae of a sauropterygian specimen have been recovered in Fuencaliente de Medinaceli (Soria Province, Castilla y León, Spain). The remains come from late Middle Triassic levels (late Ladinian) of the upper Muschelkalk Facies. This finding represents the first documented evidence of a Triassic tetrapod in Castilla y León. The vertebrae belong to Nothosaurus, a sauropterygian genus found in Europe, Middle East, North of Africa and China. This genus is poorly-known in the Iberian record. The new remains constitute the first evidence of the species Nothosaurus giganteus, or a related taxon, in the Iberian Peninsula, being referred as Nothosaurus cf. giganteus. This study reveals the occurrence of at least two species of the sauropterygian Nothosaurus in the Iberian record.

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Más información:

3.5.16

Dientes de sauropodo del Jurásico Superior Portugués en el 1st IMERP-XIV EJIP


En la tarde del 15 de Abril se presentó en el I IMERP-XIV EJIP una breve comunicación sobre dientes de dinosaurios saurópodos del Jurásico Superior Portugués. En la presentación, a cargo de Pedro Mocho (UNED/SHN), se tratan los diferentes morfotipos de dientes de saurópodos presentes en la Cuenca Lusitánica durante el Jurásico Superior (Kimmeridgiense-Titoniense). Esta variabilidad se discute teniendo en cuenta la diversidad de este grupo en este territorio durante ese periodo, y se compara con la diversidad presente en las formaciones Morrison, Tendaguru y Villar del Arzobispo.

Os dejamos con el abstract del trabajo: 

Several new tooth occurrences have been reported along the Lusitanian Basin, more precisely, in the localities of Guimarota, Pombal, Torres Vedras, Lourinhã, Caldas da Rainha and Peniche. The systematic study of this sample (more than 50 teeth) is relevant for the knowledge of the diversity of sauropods in this area during the Late Jurassic (early Kimmeridgian to late Tithonian). The four different tooth morphologies identified in the Portuguese Upper Jurassic record will be briefly described and discussed. One of the most common types can be distinguished by the presence of heart-shaped crowns with three different morphotypes described along the Lusitanian Basin. In general, they have pointed and asymmetrical apices and convex labial surfaces with a bulge extending apicobasally. These teeth are tentatively related to Turiasauria, a group of basal eusauropods present in the Upper Jurassic-lower Cretaceous of the Iberian Peninsula, which includes Turiasaurus, Losillasaurus and Zby. Several compressed cone-chisel-shaped teeth were identified in the Upper Jurassic of the Lusitanian Basin. These teeth present an important morphological variability possessing SI (crown height/maximum crown breadth) values higher than the spatulate-shaped teeth but lower than the pencil-shaped ones, a constricted base resulting in a peduncle that supports the expanded apices, and apicobasal bulges on the labial face. This mosaic of features was considered a synapomorphic morphology for titanosauriforms. Some apices bear a slight torsion relatively to the tooth axis (twisted axially through an arc of 30-45°) that was considered a synapomorphy of Brachiosauridae. Other two teeth morphologies are described for the Portuguese Late Jurassic. Spatulate-shaped teeth are characterized by straight and subparallel distal and mesial edges at the base of the crown, and by the presence of convex labial and concave lingual faces. The presence of a complex cingulum suggests the placement of these teeth within Macronaria. Finally, some teeth have a pencil-shaped morphology. This morphology is represented by sub-cylindrical crowns, an oval wear facet on the labial side, and high SI values. Herein, they are tentatively referred to Diplodocoidea. These four distinct types of teeth indicate the presence in the Lusitanian Basin of basal eusauropods, possible members of Turiasauria (heart-shaped teeth), diplodocoids (pencil-shaped teeth), basal macronarians (spatulate-shaped teeth) and titanosauriforms (compressed chisel-shaped teeth) during the early Kimmeridgian to late Tithonian. This agrees with the known paleodiversity previously known for the Portuguese Late Jurassic sauropods.

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