23.10.13

Desmantelando el cajón de sastre de Testudo en las XXIX Jornadas de la SEP


Aunque los quelonios paleocenos y eocenos han estado representados en las XXIX Jornadas de la Sociedad Española de Paleontología, los vencedores, teniendo en cuenta la cantidad de trabajos que han protagonizado, han sido los del Mioceno.

Como indicamos recientemente, no es Testudo todo lo que parece, sino que, el registro del Mioceno español es rico en material del hasta ahora mal conocido Paleotestudo.

Allá va el resumen de este trabajo:

En España se identifican numerosos yacimientos aragonienses y vallesienses, en los que se registran asociaciones faunísticas en todas sus biozonas. Debido a la abundancia de restos de mamíferos, muchos trabajos se han centrado en su estudio, siendo la información sobre otros grupos de vertebrados mucho más limitada. El registro de quelonios es relativamente abundante. Es común el hallazgo de, entre otros, testudínidos cuyo tamaño máximo suele ser inferior a treinta centímetros de longitud. Gran parte de su registro permanecía hasta ahora inédito o había sido analizado de manera preliminar.

Dentro de este grupo de tortugas terrestres se han definido “Testudocatalaunica en Sant Quirze del Vallès (Barcelona, Cuenca del Vallès-Penedès), en el Aragoniense superior (MN7/8), así como otros taxones conocidos mediante escaso material: “Paralichelys catalaunicus” en Can Mas (Papiol, Barcelona), en el Aragoniense inferior (MN4), y “Cheirogaster” arrahonensis en Sabadell (Barcelona), en el Vallesiense (MN9-10). Además, en muchos otros yacimientos aragonienses y vallesienses se ha aludido a la presencia de miembros indeterminados del género Testudo. La revisión de este registro continuo, escasamente analizado, y su comparación con otras formas europeas, aporta pistas sobre su diversidad taxonómica.

Uno de los grandes problemas que afecta a este grupo es el escaso conocimiento sobre la variabilidad. En algunos yacimientos españoles se ha citado la presencia de más de una especie, o se han reconocido taxones identificados como posibles nuevas formas, basándose en caracteres que, en realidad, forman parte de la variabilidad intraespecífica. Por ejemplo, “Testudo catalaunica var. irregularis” no puede ser reconocido como diferente de “Testudocatalaunica.

La revisión de material previamente asignado a “Testudocatalaunica, así como el estudio de ejemplares inéditos provenientes de su localidad tipo, permiten reconocer que se trata de un testudínido paleártico europeo que comparte los caracteres de la diagnosis de Paleotestudo. Por lo tanto, esta especie es reasignada a Paleotestudo. Esta determinación amplía la distribución estratigráfica y paleobiogeográfica del género, cuya distribución confirmada estaba comprendida entre las biozonas MN3 y MN6, en Austria y Francia. “Paralichelys catalaunicus” es también atribuida a Paleotestudo, confirmándose con ello la presencia de Paleotestudo en el Aragoniense inferior español. “Cheirogasterarrahonensis se reconoce como un probable miembro de ese género, poniéndose en duda su validez específica. En este sentido, gran parte del material del Aragoniense y Vallesiense de España atribuido a Testudo comparte la diagnosis de Paleotestudo. De hecho, ninguno de esos ejemplares puede ser asignado a Testudo ni a Chersine. Por tanto, identificamos aquí la presencia de Paleotestudo en todas las biozonas de ambos pisos. Así pues, este género está presente en yacimientos tales como, entre otros, Can Mas (MN4), Monteagudo (MN4-5), Tarazona de Aragón (MN5), Paracuellos del Jarama (MN6), Henares 1 (MN6), Abocador Can Mata (MN6-7/8), El Buste (MN7/8), La Ciesma 1 (MN7/8-9), Los Valles de Fuentidueña (MN9), Cerro de los Batallones (MN10) y Can Jofresa (MN10).

Futuros estudios permitirán evaluar la validez de Paleotestudo catalaunica y determinar qué taxones estaban presentes en el registro Mioceno español posterior a la biozona MN10.

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