31.5.12

Gigante


Acrocanthosaurus atokensis es uno de lo dinosaurios terópodos de mayor tamaño. Este hiperdepredador del Cretácico Inferior de América del Norte pertenece a uno de los linajes de dinosaurios carnívoros que reinaron al final del Cretácico en los continentes del sur. Sí, Acrocanthosaurus es hasta el momento el único representante de los carcarodontosaurios, o como alguna vez se les ha denominado «tiranosaurios del sur», que ha sido hallado en América del Norte. Pero, ¿cómo este temible carnívoro pudo alcanzar ese status de hiperdepredador? En un estudio publicado en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology se dan unas pistas sobre como Acrocanthosaurus lo podría haber conseguido. Simplemente, creciendo a un ritmo semejante al que presentan las aves denominadas precoces (avestruces, pollos,…). De este modo en unos 20 o 25 años un ejemplar de Acrocanthosaurus podría alcanzar ya el tamaño adulto y pesar alrededor de 3200 kg. Sí, los «pollos» de este impresionante depredador crecerían a ritmo de 144 kg al año.

Acrocanthosaurus atokensis, James Dean… cual Gigante en tan poco tiempo.


--Imagen tomada de The Art of LD Austin.

--Referencia: Michael D. D'Emic, Keegan M. Melstrom & Drew R. Eddy (2012): Paleobiology and geographic range of the large-bodied Cretaceous theropod dinosaur Acrocanthosaurus atokensis. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 333-334: 13-23. DOI: 10.1016/j.palaeo.2012.03.003.

30.5.12

Rotondas rivales… o rivalidades rotundas


La historia de la humanidad está repleta de grandes rivalidades: rivalidades bíblicas (Caín y Abel), rivalidades geográficas (Atenas y Esparta), rivalidades pictóricas (Miguel Ángel y Leonardo), rivalidades musicales (Mozart y Salieri), rivalidades literarias (Quevedo y Góngora), rivalidades deportivas (Real Madrid y Barcelona) y, la más importante de todas sin ningún género de dudas, rivalidades dinosaurianas (tú grande, yo más).

Hace algunas semanas pude seguir, con velada admiración, la progresión de las obras de dos rotondas en Asturias: una en Colunga y otra en Ribadesella. No hubieran tenido nada de especial ni hubieran llamado mi atención de no ser por el objeto decorativo que se ha instalado en ellas. ¡Un dinosaurio! Para ser más exactos, un alosaurio en Colunga y un saurópodo en Ribadesella. Eso sí, con sus diferencias…de precio: el primero se ha encargado a una empresa especializada en la materia y el segundo lo ha fabricado un operario “manitas” del ayuntamiento con material reciclado: barato y verde, como mandan los cánones en tiempos de crisis.

Dejando al margen todos los comentarios que puedan ocurrírsenos del tipo “culo veo, culo quiero”, creo que los dos ejemplos son dignos de admiración: ambos pueblos (dentro de sus posibilidades e imaginación) han optado por promocionar un territorio utilizando los recursos de que disponen. Y han empleado para ello algo que nos atrae y nos seduce, algo que nos asombra y nos cautiva: los dinosaurios.

Sería maravilloso que cundiera el ejemplo y en lugares como Cuenca, rica en tesoros paleontológicos, a alguna cabeza bien amueblada le diera por sentir envidia de los vecinos turolenses y decidiera que ya es hora de ponerse a la altura de las circunstancias y de los saurópodos. Pero para eso haría falta que aquí, donde nos sobran huesos de dinosaurios y cráneos de cocodrilos, nos sobrara también entendimiento, ambición y confianza en nosotros mismos. Y que, además, existiera la voluntad y el deseo de dar la cara por esta provincia. 

La realidad, conocida, es que por el momento, por la crisis y por la falta de convicción, aquí sólo hay fuga de cerebros. Pero tranquilos, que rotondas tenemos. Y cambian su decoración al son de la música que más le gusta al director de turno. 

Sonia Martínez Bueno 

En la imagen, boceto de Mark Hallett con sauropodos y alosaurios en el Cretácico Inferior de África y que queda propuesto de boceto para una nueva rotonda... donde sea

29.5.12

Dinosaurios con "la cara en el abismo"


Dado que hemos sido duramente criticados por apartarnos de la línea dura en nuestro ultimo post sobre "El planeta de los dinosaurios", vamos con una obra magnifica que intente compensar (eso si, sin propósito de enmienda… volveremos a lado blando de los dinos)

 "La cara en el abismo" es un relato de A. Merritt compuesto por la historia original corta: "La cara en al abismo" (publicada en 1923), que fue recrecida con "La madre serpiente" (1930) y que supuestamente se continuaría en el inacabado "Cuando despertaron los antiguos dioses" (1948). 
Se puede decir que el relato que tiene de todo. Comienza como una novela de aventuras, pero rápidamente pasa al fantástico y se dan cita historias sobrenaturales, sitios imposibles, historias improbables, razas increíbles y animales que nos van a interesar. 
El protagonista del relato, Nicholas Graydon, es un ingeniero de minas américano que recibe uno de los soplos que más han debido repetirse en las novelas de aventuras: alguien sabe dónde está escondido un tesoro. Este alguien se llama Starrett y el tesoro es el célebre rescate del Inca Atahualpa. ¿Quien puede resistirse a algo así?. Puestos en marcha, Starret, Graydon y otros dos compañeros de viaje (Soames y Dancret, dos tipos que no te llevarías a ningún sitio y menos a buscar tesoros) comienzan la novela en Ecuador, puestos ya en la búsqueda del tesoro. Nada más empezar, todo va a complicarse con la aparición de "la chica": Suarra, que dará la primera vuelta de tuerca al argumento. Suarra tiene un aspecto extraño que se deriva de que (como por casualidad) pertenece a una desconocida civilización que llego de las regiones polares junto con algunos animales a la tierra escondida de Yu-Atlanch. También, como por casualidad, ella sabe como llegar al tesoro. Aquí divergimos del relato de Merrit. 

Mientras el relato va mostrando de forma pormenorizada el complejo mundo en el que se desarrolla y entrelaza la extraña red de personajes fantásticos y los protagonistas, nosotros (despreciando sin ningún sentido la mejor parte del excelente relato de Merritt), vamos a interesarnos en esos bichos que viajaron a Yu-Atlanch con "los antiguos" desde el polo norte. Y las primeras pistas las tenemos rápidamente. Suarra está dando a Graydon algunos datos sobre su origen, cuando este se fija en un detalle de las figuras de su brazalete: 

"La chica señalo una de las bestias … el Xinli, dijo. El desconcierto de Graydon aumentó. El sabía que eran aquellos animales. Y también sabía que lo que estaba viendo no era creíble … Eran dinosaurios!… ¿Quién en este desierto andino podría saber o podría haber sabido que eran los dinosaurios? ¿Quién podría haber tallado estos monstruos de forma tan realista?" 

Aquí tenemos a un clásico de la ciencia ficción dinosauriana. Graydon (un ingeniero de minas de principios del siglo XX) reconoce a un dinosaurio al verlo impreso en un brazalete como si se hubiese criado con ellos. De hecho, como se supone que el sabe como son, lo que le llama poderosamente la atención es que un fabricante de brazaletes andino también lo sepa. La cosa, como os teméis, no acaba ahí y rápidamente se produce el primer encuentro en la tercera fase: dinosaurios domésticos

"De los árboles surgió otra forma monstruosa. Al igual que los seres inquisitivos, brillaba como si su cuerpo estuviera revestido de azabache pulido. Su porte era el de un gigante caballo de tiro. Su cuello era largo y reptiliano. En la base de su cuello, a horcajadas sobre él, había un hombre. Graydon cuidado levantó los prismáticos y los enfocó. Directamente en su línea de visión tenía una de las criaturas que habían venido a mirar. Se mantuvo rígido, su cara hacia él, señalando como un perro de caza. Era un dinosaurio!" 

Las cosas se les va a ir complicando mucho (pero mucho) a los protagonistas del relato y las referencias saurianas siguen siendo frecuentes (aunque probablemente no es lo más importante). 
Pero eso, como siempre, tendrás que seguir leyéndolo en otro sitio… 

Nota:
La versión en inglés está disponible en la red (entiendo que legalmente)
La traducción al español tiene (que conozcamos) una edición en La Biblioteca del Laberinto (ISBN: 9788492492237)  

28.5.12

Dinosaurios en el Museu da Comunidade Concelhia da Batalha (MCCB)


Introducción
El Museu da Comunidade Concelhia da Batalha (MCCB) está en el centro histórico de la ciudad de Batalha, al sur de Leiria en Portugal. Esta región se encuentra en la unidad geomorfológica denominada Macizo Calcáreo Estremenho y en las proximidades del Parque Natural das Serras de Aire e Candeeiros. El programa expositivo del MCCB está organizado em tres áreas: pasado, presente y futuro. En el área dedicada al pasado se presenta una síntesis sobre la evolución de este territorio durante los últimos 250 millones de años, basada en el registro geológico, paleontológico y arqueológico.
El área expositiva arranca con una breve síntesis de la historia del Universo, a través de una línea de tiempo en la que se destacan algunos hitos de la evolución de la vida en la Tierra. El Macizo Calcáreo Estremenho es uno de los mejores testimonios de la historia geológica del Jurásico ibérico y es uno de los elementos fundamentales en el paisaje de la región. En los sedimentos del Jurásico Medio son abundantes los fósiles de invertebrados (crinoides, equinodermos, corales, bivalvos...), aunque también se conocen evidencias de dinosaurios del Jurásico Medio, fundamentalmente huellas, entre las que destacan las que componen el Monumento das Pegadas de Dinossáurios (yacimiento conocido como la Pedreira do Galinha), situado a 19km de Batalha.
El registro fósil del Jurásico Superior está constituido por dinosaurios y otros vertebrados, como peces, cocodrilos y tortugas. En la exhibición del MCCB destacan algunos restos de un ejemplar de Stegosaurus excavado en el yacimiento de Casal Novo (Batalha). En la sala se explica la historia del descubrimiento y de la excavación de este fósil y también se presentan algunos de los resultados de la investigación, como las hipótesis paleobiogeográficas que explican la presencia de este género norteamericano en Europa.
Además de Stegosaurus, en la exposición pueden contemplarse otros restos de dinosaurios recogidos en la región (e.g. dientes y vértebras aisladas de dinosaurios terópodos de Porto de Mós). Las ilustraciones de los diferentes ecosistemas y los diagramas incorporados a la museografía están realizadas por Nuno Farinha, Ivan Gromicho, Raúl Martín y Mauricio Antón.
La propuesta del área de paleontología fue desarrollada por el equipo de investigación que constituye el Laboratório de História Natural da Batalha (compuesto por distintas instituciones portuguesas y españolas).

Introdução
O Museu da Comunidade Concelhia da Batalha (MCCB) localiza-se no centro histórico da vila da Batalha. Esta região integra-se na unidade geomorfológica designada Maciço Calcário Estremenho e nas imediações do Parque Natural das Serras de Aire e Candeeiros. O MCCB (Museu da Comunidade Concelhia da Batalha) define-se como “um Museu de todos e para todos”. A sua matriz baseia-se na linha da museologia inclusiva, através de uma forte aposta na área das acessibilidades, com percursos e equipamentos adaptados a pensar nos visitantes com necessidades especiais. O programa expositivo está organizado em três áreas distintas: Passado, Presente e Futuro.
Na área temática dedicada ao Passado é apresentada uma breve síntese da evolução do território nos últimos 250 Milhões de anos, com base nos registos geológico, paleontológico e arqueológico, conhecidos na região. A área expositiva do MCCB inicia com uma breve síntese da história do Universo, através de uma linha do tempo em que se encontram assinalados os principais acontecimentos da evolução da Terra de da Vida. Após esta curta introdução a exposição centra-se nos registos conhecidos na região. Conta-se a evolução deste território com base no vasto registo conhecido nos estratos que compõem o Maciço Calcário Estremenho. Esta unidade geomorfológica é um dos maiores testemunhos ibéricos da história geológica do Jurássico e é um elemento fundamental da paisagem da região.
Os sedimentos do Jurássico Médio, predominantemente calcários, formam actualmente as serras da região e indiciam paleoambientes marinhos e litorais. Nestas rochas são abundantes fósseis de invertebrados (e.g. crinóides, equinóides, coraliários, equinodermes, bivalves). São também conhecidas na região evidências de dinossáurios do Jurássico Médio, essencialmente pegadas, das quais se destaca na exposição o Monumento das Pagadas de Dinossáurios (conhecida Pedreira do Galinha), localizada a cerca de 19km da Batalha. O registo fóssil do Jurássico Superior é constituído, essencialmente, por dinossáurios mas são também conhecidos escassos restos de outros vertebrados (e.g. peixes, crocodilianos e tartarugas).
No MCCB destaca-se neste registo a descoberta de um exemplar de Stegosaurus na jazida de Casal Novo (Batalha). Podem ver-se diversos elementos deste exemplar e conta-se a história da descoberta, bem como os trabalhos de escavação na jazida. São apresentadas também as hipóteses paleogeográficas para explicar a presença de Stegosaurus, bem como de outros táxones descritos em níveis sincrónicos da América do Norte, no Jurássico Superior da Bacia Lusitânica. Para além de ossos fossilizados de Stegosaurus estão expostos também outros vestígios de dinossáurios descobertos na região (e.g. dentes e vértebras isoladas de dinossáurios terópodes provenientes de Porto de Mós). A caracterização dos diferentes ecossistemas ao longo da evolução deste território é acompanhada por diversas ilustrações, realizadas pelos ilustradores científicos Ivan Gromicho, Raúl Martín e Mauricio Antón.
Com base no registo de processos geológicos e de fósseis é apresentada a síntese da evolução da Bacia Lusitânica e, em particular do Maciço Calcário Estremenho, através de uma série de diagramas interpretativos das diferentes fases de evolução (desenvolvidos por Nuno Farinha). Este projecto museológico contou com a acessória científica de diversas equipas que desenvolveram trabalhos prévios de investigação nas respectivas áreas temáticas. Os trabalhos de paleontologia foram desenvolvidos por investigadores ligados, sobretudo ao Museu Nacional de História Natural e da Ciência da Universidade de Lisboa e ao Laboratório de História Natural da Batalha, bem como a instituições em Espanha, nomeadamente a UNED e UAM. No âmbito destes trabalhos foram realizadas, com o apoio da Câmara Municipal da Batalha, campanhas de escavação paleontológicas na jazida de Casal Novo, na qual foi descoberto o primeiro exemplar de dinossáurio ornitisquio identificado ao género Stegosaurus conhecido em Portugal.

Datos generales (Facilitados por la propia institución)
  • ¿Quién es el titular? Es público, propiedad de la Câmara Municipal da Batalha.
  • Misión del Museo: El estudio, la preservación, la puesta en valor y la divulgación del patrimonio regional, promoviendo la cultura de la región.
  • Objeto dinosauriano más importante de la exhibición: parte de un ejemplar de Stegosaurus descubierto en el yacimiento de Casal Novo (Batalha).
  • Presencia de los dinosaurios en la exhibición: es un museo sobre el patrimonio de la región, no un museo sobre dinosaurios y ni siquiera un museo paleontológico. El área dedicada a la paleontología representa cerca del 25% del área expositiva del museo y la presencia de los dinosaurios no llega al 10%.
  • ¿Hay restos reales de dinosaurios en la exhibición y en los fondos? Si, están expuestos restos reales de dinosaurios. 
  • Visitantes por año: En el primer año (desde su inauguración en Abril de 2011), tuvieron 8.500 visitantes, principalmente turistas estranjeros que visitan la regíon y público escolar. 
  • Apoyos a la exibición: Audioguias.
  • ¿Por qué hay que visitarlo? Para entender la evolución geológica de la región, particularmente la evolución del Maciço Calcário Estremenho y para ver el único ejemplar de Stegosaurus identificado en Europa (por el momento). También para conocer los fósiles que componen el registro de la región en el intervalo de tiempo comprendido entre hace cerca de 176 y 141 millones de años. 

      Dados gerais (Facilitados por la propia institución)
      • ¿Quién es el titular? Público, propriedade da Câmara Municipal da Batalha. 
      • Missão do Museu: É um museu regional cuja missão é o estudo, a preservação, a valorização e a divulgação do Património, promovendo a Cultura desta região. 
      • Objeto dinosauriano más importante de la exhibición: um exemplar de Stegosaurus descoberto na jazida de Casal Novo (Batalha). 
      • Presencia de los dinosaurios en la exhibición: é um museu sobre o património da região, não é um museu de dinossáurios nem tão pouco de paleontologia, a área dedicada à geologia e paleontologia representa cerca de 25% da área expositiva do museu e a presença de dinossáurios não chega a 10% 
      • ¿Hay restos reales de dinosaurios en la exhibición y en los fondos? Sim, estão expostos restos reais de dinossáurios. 
      • Visitantes por año: Desde a sua inauguração em Abril de 2011, há cerca de 1 ano, tiveram 8.500 visitantes, principalmente turistas estrangeiros que visitam a região e público escolar. 
      • Apoyos a la exhibición: Audioguias. 
      • ¿Por qué hay que visitarlo? Para entender a evolução geológica da região, nomeadamente a formação e evolução do Maciço Calcário Estremenho e para ver o exemplar de Stegosaurus e de outros fósseis que compõem o registo da região no intervalo de tempo compreendido entre há cerca de 176 e 141 Milhões de anos.
      Nuestra evaluación 
      • Divulgación: Muy ilustrativa. La exposición está acompañada por imágenes y diagramas explicativos que ayudan a los visitantes a entender las diferentes fases de evolución geológica del territorio. 
      • Rigor científico: Correcta y actualizada. 
      • Museografía: Correcta y con elementos interesantes. El área dedicada a la geología y la paleontología es bastante pequeña y la información es muy abundante, por lo que puede complicarse la comprensión de todos los conceptos abordados.
      • Guía Godzillín: De testimonial a interesante. La presencia de dinosaurios en la exhibición es muy baja, pero se trata de los únicos restos de Stegosaurus disponibles en Europa. Esto puede ser un incentivo importante, pero especialmente dirigido a los coleccionistas de este tipo de emociones... Pero el resto del museo está muy bien y da para entender que significa Batalha en la historia de Portugal (en parte de esta historia, como de constumbre, los españoles son los malos). No solo de Dinosaurios se alimenta el espíritu.
      Avaliação
      • Divulgação: Muito ilustrativa. A exposição está acompanhada por imagens e diagramas explicativos que ajudam os visitantes a entender as diferentes fases de evolução geológica do território.
      • Rigor cientifico: Correcta e actualizada.
      • Museografia: Correcta e com elementos interessantes. A área dedicada à geologia e paleontologia é bastante pequena pelo que existe muita informação num curto espaço, o que pode dificultar a apreensão de todos os conceitos abordados.
      • Guía Godzillín: De testimonial a interessante. A presença de dinossauros em exposição é muito baixa. Mas se trata dos restos de Stegosaurus disponíveis na Europa. Isso pode ser um importante incentivo, mas exclusivo para os colecionadores de tais emoções.
      • Elemento a ressaltar: Fósseis de Stegosaurus da jazida de Casal Novo. Diagramas interpretativos da evolução paleogeográfica da Ibéria, e em particular da região da Batalha, durante o Jurássico Médio e Superior.
      Otros datos/ Outros dados
      Comentarios de los visitantes 
      • ¿Has estado allí y quieres aportar tu opinión sobre el museo?  Envíanos un mensaje comentando tu nivel de satisfacción o qué es lo que más y lo que menos te ha interesado (recuerda que queremos ser constructivos) 
      • ¿No estás de acuerdo con esta ficha? Sugiérenos algo
      Nota: las imágenes son cortesía del Museu da Comunidade Concelhia da Batalha. La información ha sido elaborada por Elisabete Malafaia.

      26.5.12

      Dinosaurio rosa en Lourinhã

      ¿Cómo que no sabemos el color de los dinosaurios? Dinheirosaurus es rosa chicle, como bien muestra esta recreación de su aspecto en vida instalado en una rotonda en Porto Dinheiro (Lourinhã, Portugal). La escultura está colocada en la rotonda de cercana a la playa en la que se extrajo el ejemplar tipo de Dinheirosaurus en distintas excavaciones a finales de la década de 1980 y el principio de la de 1990.
      El fósil original (parte de un dinosaurio saurópodo del Jurásico Superior, cercanamente emparentado con los Diplodocus) puede visitarse en el Museo de Lourinhã

      ¿Tu también te has encontrado alguno? Envíanos la foto.
      Aquí tienes el resto de Están entre Nosotros

      25.5.12

      Doctor K #08: ¿Más años que Matusalén?





      Estimado Doctor K, soy una fiel seguidora de su sección y me he animado a mandar unas preguntillas que me han surgido acerca de la vida de los dinosaurios. ¿Cuantos años vivía un dinosaurio? ¿Cuándo alcanzaban su tamaño adulto?

      Carolina

      Hola Carolina, durante décadas los científicos han encontrado muchas dificultades a la hora de establecer la edad que podían alcanzar las diferentes especies de dinosaurios. Sin embargo, nuevos hallazgos en el registro fósil y nuevas herramientas y avances en el mundo de la paleontología han posibilitado abordar este problema desde otros campos de la ciencia que hace tiempo parecían inaccesibles.

      Es el caso de la histología ósea, que se encarga del estudio de la microestructura del tejido que forma los huesos, con la finalidad de establecer una relación entre la edad y el tamaño de un dinosaurio y así conocer cómo crecía. Para observar este fenómeno en dinosaurios hay que tener en cuenta que los vertebrados terrestres de “sangre fría”, es decir, los cocodrilos, los lagartos y las tortugas, tienen períodos en los que no crecen (debido por ejemplo, a variaciones anuales en la temperatura o a la disponibilidad de alimentos), quedando reflejado en sus huesos como una serie de líneas concéntricas denominadas líneas de crecimiento (aunque realmente se trate de líneas de detención del crecimiento). Las zonas que quedan entre estas líneas muestran los períodos de crecimiento activo. Por otro lado, los vertebrados terrestres de “sangre caliente”, es decir, los mamíferos y las aves, no presentan estas líneas. ¿Y los dinosaurios no avianos? Pues algunos las tienen y otros no (como algunos terópodos, los hipsilofodóntidos, los iguanodóntidos y los saurópodos, que carecen de ellas). Estas líneas de crecimiento son en muchos casos anuales, por lo que se puede obtener la edad de determinados individuos contándolas (algo así como contar los anillos del tronco de un árbol).

      Además, el estudio de estas líneas de crecimiento aporta información sobre el peso del animal a una determinada edad, ya que existe una estrecha relación entre el peso de un animal y la sección de sus huesos apendiculares. Así, cada línea de crecimiento representa la sección del hueso en una edad determinada. A partir de esta sección se puede obtener el peso del animal con mucha fiabilidad y por tanto, permite calcular la curva de crecimiento de un dinosaurio, o lo que es lo mismo, el incremento del peso con la edad. Esta técnica se ha empleado, por ejemplo, en Tyrannosaurus, y se ha visto que a los dos años de edad podría pesar 30 kilos, y cerca de 6 toneladas a los 28 años (esta edad es la más alta que se ha estudiado en un tiranosaurio, y concretamente corresponde al famosos ejemplar llamado Sue, del Field Museum de Chicago). El período de crecimiento más elevado se producía en cuatro años, aproximadamente entre los 14 y 18 años, en los que podría crecer a una tasa de algo más de 2 kilos por día, alcanzando el tamaño adulto a los 19 años de edad. Por tanto, el análisis de estas líneas de crecimiento permiten establecer la longevidad mínima de un dinosaurio determinado, una cuestión que ha sido durante años objeto de debate.


      Tradicionalmente se ha pensado que la longevidad de los animales tenía relación en parte a su tamaño corporal y en parte a su tipo de metabolismo. Así, si atendemos únicamente a estos factores, se podría esperar que los herbívoros de gran tamaño (comparables en tamaño a un elefante) podrían vivir unos 70-80 años o tal vez un poco más, mientras que los dinosaurios carnívoros, más pequeños (comparables a aves como el águila o el cuervo) podrían haber vivido unos 20-30 años. En algunos casos, se creía que los dinosaurios saurópodos debían de ser animales muy longevos, que superaban los cien años como algunas tortugas.

      Sin embargo, actualmente se sabe que los dinosaurios realmente crecían a una tasa mucho más rápida que cualquier reptil de “sangre fría”, es decir, de una forma similar a la de los mamíferos y las aves. De hecho, algunos saurópodos alcanzaban el tamaño adulto en unos 20-26 años de edad. El período total de vida, para uno de estos gigantes como Brachiosaurus, podría rondar los 50 años.

      Bueno Carolina, como ves un tema algo complicado que poco a poco, con más hallazgos y estudios más complejos, puede ir resolviéndose.

      Espero haberte ayudado.

      DOCTOR K

      -----
      Referencias:

      24.5.12

      Hard Rain


      Las enantiornites o «aves diferentes» son el grupo más diverso de terópodos avianos voladores del Cretácico. Este grupo de aves voladoras cuyo registro es cada vez más impresionante, no es difícil de pasar por alto, pues cada poco se descubren y describen nuevos ejemplares que permiten a los paleontólogos conocer más y mejor aspectos de la paleobiología de estos pequeños, en su mayor parte, terópodos voladores. Ya en formas del Cretácico Superior se observan rasgos indicativos de adaptaciones a la vida en medios acuáticos y limícolas. A esto se une el hallazgo de una colonia de cría en Rumania, la cual sufrió un evento de inundación por la crecida de cursos de agua, en algún momento del Cretácico Superior. Esta colonia de cría se describe en base al hallazgo de miles de fragmentos de cáscaras de huevos, una serie de huevos más o menos completos y restos óseos pertenecientes a individuos neonatos y adultos, que es asignada a este grupo de terópodos avianos y que se describe en un reciente trabajo publicado en la revista Naturwissenschaften.

      Visto lo visto, las colonias de enantiornites no conocieron a Jim (Christian Slater) en esta Hard Rain.

      --Imagen tomada de National Geographic (Autor: Frans Lanting).

      --Referencia: Gareth Dyke, Mátyás Vremir, Gary Kaiser & Darren Naish (2012): A drowned Mesozoic bird breeding colony from the Late Cretaceous of Transylvania. Naturwissenschaften. DOI: 10.1007/s00114-012-0917-1.

      23.5.12

      El Pa-dino (I, II, y III)


      Hay tres maneras de acercarse, de experimentar, de meterse dentro de una buena historia: viviéndola en primera persona, escribiéndola sobre el papel (también sirve el teclado) o admirándola en la gran pantalla. La primera opción no siempre está al alcance de nuestra mano; es el destino quien lo decide. La segunda es harto complicado llevarla a buen puerto (doy fe de ello). En cuanto a la tercera…La mayoría de los mortales nos conformamos con elegirla, y eso a pesar de la subida de la taquilla y el elevado coste de las palomitas (por cierto, el tamaño grande sale mejor de precio). 

      Este blog ya contiene una sección de cine y nada más lejos de mi intención que competir o rivalizar con ella. No, no se trata de eso. Pero se me ocurrió que sería interesante y divertido (y un guiño a esta crisis) realizar una aproximación dinosauriana, desde una perspectiva marxiana (sí, por los hermanos), a ese mundo de los sueños, las cámaras y los focos. Espero que Mr. Coppola sepa disculparme. 

      Aquí está el resultado: “El Pa-dino (I, II y III. Una de gangstersaurios)” 

      “Rincón del bosque en penumbra. La figura de Don Dino Corleone se recorta entre las sombras. A su lado, cabizbaja, hay una terrible tiranosauria apodada “la Merkel-Rex”, famosa por preferir las tijeras a las pistolas. 
       - No esperaba verte tan pronto, Merkel-Rex. 
      - La situación empeora por momentos, Pa-dino. Las elecciones han sido un fracaso y necesito su ayuda para salir de esta. ¿Qué hago con “el Mantequilla Hollande-sa” 
      - Si algo nos ha enseñado la historia es que se puede matar a cualquiera. 
      - ¡Con lo a gusto que estaba yo con “el Shark-osí”. ¿Será doloroso? 
      - ¡Qué más da! No es personal, solo negocios. 
      - Y con el saurio español ¿qué hacemos? 
      - Déjamelo a mí. Le haré una oferta que no podrá rechazar. 
      - No sé, no sé… Me han dicho que tiene algunos colaboradores que no terminan de caerse del Guindo’s. 
      - Pues entonces habrá que empujarles… Aquí hay dinero para rato… 
      - Gracias, muchas gracias, Pa-dino. Me voy, estoy agotada. 
      - Sí, Merkel-Rex, sí. El poder agota a los que no lo tienen – sonríe burlonamente Don Dino Corleone mientras le enseña sus afilados caninos. 
      – Y recuerda: mantén la boca cerrada y los ojos abiertos. Las finanzas son un arma y la política es el arte de saber cuándo disparar esa arma”. 

      Y así nos va a los europeos… 

       Dinosaurios de andar por casa 
      Sonia Martínez Bueno

      22.5.12

      Una de xenodinosaurios


      Como hemos comentado en alguna entrada anterior, las estrategias del relato fantástico para enfrentar a hombres y dinosaurios mediante la generación de "Mundos Perdidos" pueden utilizar los argumentos más peregrinos. En este caso, vamos a referirnos a una vía que no necesita muchas explicaciones para soslayar el salto cronológico. Se trata de usar una excusa extraterrestre, es decir, poner el "mundo perdido" fuera de la Tierra. Una vez tienes a los dinosaurios viviendo en otro planeta es relativamente sencillo plantear un encuentro. Así, nos podemos encontrar con dinosaurios extraterrestres (o entes parecidos) que consiguen viajar a la tierra o, como es el caso de esta semana, de hombres transitando por el espacio que se encuentran con dinosaurios en otros planetas. 

      Si el desarrollo del argumento te parece complicado, tan sólo tienes que ver con que poquito se construyó hace una semanas un argumento parecido y con el marchamo de "científico". Se trata de una marcianada (el término es poco serio, pero no me negarás que viene al pelo) sobre dinosaurios extraterrestres que parte de una especulación del químico Ronald Breslow en un estudio publicado en el Journal of the American Chemical Society, con cuyos datos publicaban un artículo con un título que ha llamado la atención en muchos medios: ¿Podrían dominar otros mundos unos dinosaurios avanzados? 

      Pero vamos a la novela de hoy: "El planeta de los dinosaurios" y no me refiero a la película de James K. Shmea "Planet of dinosaur" (1979) y su "famoso" cameo de Rhedosaurus, si no a "El Planeta de los Dinosaurios" de Anne McCaffrey. El argumento propone el viaje de una expedición interespacial con aires naturalistas decimonónicos a la búsqueda de recursos energéticos por el espacio. Los protagonistas son los comandantes de la expedición, una pareja compuesta por un aventurero y una xenoveterinaria (por supuesto y para que nos hagamos una idea del tono del relato: "con un cuerpo esbelto pero musculoso que el mono de vuelo color naranja de una sola pieza remarcaba admirablemente"). Junto a ellos, desfilarán por la novela toda una colección de personajes dignos de la cantina de la guerra de las galaxias. 

      Sin entrar en más detalles, nuestros chicos acabarán en el "mundo perdido" de está semana: el planeta Iretia. El planeta tiene muchos elementos que nos resultarían familiares, pero la situación empieza a ponerse interesante en los primeros compases de la novela, en los que consiguen atrapar a una forma de vida herbívora
      "Esos herbívoros que hemos estado rastreando no sólo son vertebrados y con sangre roja, sino que ahora que nos hemos podido acercar lo suficiente y echarles una buena mirada, hemos descubierto que también son pentadáctilos." 

      Dado el título de la novela, no quedan muchas dudas, los bichos de Iretia son dinosaurios y, sorprendentemente, se parecen mucho a los del Mesozoico terrestre. Esto nos permitirá acceder a discusiones evolutivas de un calado que ponen los pelos de punta. Por ejemplo, en algún momento los protagonistas comienzan a sospechar de un origen común con los dinosaurios de la tierra y lo plantean con un argumento que no hay por donde agarrarlo : 

      "Oh, sí, pero se iniciaron en la Tierra. No considero el camuflaje o la pigmentación como un auténtico impedimento a mi teoría. Todo lo que necesitas es un antepasado común. Clima, alimentación, terreno, todo ello traerá consigo una especialización a lo largo de los milenios, y evolucionará una gran variedad de tipos. Los grandes herbívoros, por ejemplo, se desarrollaron indudablemente de los strutiomimos, pero también lo hizo el tiranosaurio y, muy probablemente, tu pteranodonte" 

      No sigas leyendo si no eres amigo de spoilers, pero, al final, resulta que los dinosaurios de Iretia son descendientes de los del Mesozoico de la tierra. Parece que los Theks (una forma de vida basada en el silicio, enormemente longevos y probablemente basados en los Ents de Tolkien) se habrían encargado de "sembrarlos" en Iretia. Quizás, haberse encontrado con un mamífero del Eoceno, como Hyracotherium (y reconocerlo a nivel de género!!) les debería haber dado una pista. Pero el caso es que: 

      "¿Quién rescató a los dinosaurios de la Tierra y los puso aquí para que siguieran viviendo en todo su salvaje esplendor? (….) Los plantaron los theks, por supuesto." 

      Este matiz es lo que convierte a Iretia en un "mundo perdido" dinosauriano auténtico, es decir, en una reserva en la que los dinosaurios consiguen sobrevivir a la extinción y no, como en otros relatos con xenodinosaurios, en un caso de evolución paralela.

      Pasan más cosas, por supuesto, en Iretia, un previo de "Parque Jurásico" por el que pululan dinosaurios, razas extraterrestres y xenoveterinarios, pero el resto de la trama, como siempre, tendrás que buscarlo en otro lugar...

      Están entre nosotros


      Conduces tu coche por una carretera comarcal con el brazo izquierdo apoyado en la ventanilla. Hace solete y el día es agradable, con el aire fresco golpeando tu cara y despeinándote mientras escuchas la radio. Llevas ya un rato al volante y el paisaje se hace pesado, monótono y anodino. Parece que has visto el mismo árbol cuarenta veces. Y otra vez lo mismo, otro cartel con nombre de pueblo bizarro, otra casa destartalada en la entrada de la localidad, otra iglesia, otro parque infantil desierto. Y el ciclo se repite como un bucle sin fin que deseas que termine con la llegada a tu destino. Cartel, casa, iglesia, parque, cartel, casa, iglesia, parque, dinosaurio, cartel, casa… ¿Cómo? Espera… ¿Dinosaurio? Si, acabas de ver un dinosaurio en una rotonda y no lo has soñado. Estaba ahí, imponente y algo descuidado viendo pasar automóviles a diario. Y no solo están en las rotondas. Están en parques, gasolineras y restaurantes a lo largo de la geografía de la Península Ibérica. ESTÁN ENTRE NOSOTROS, y en El Cuaderno de Godzillín haremos un repaso de aquellos que vayamos viendo en nuestros viajes.

      ¿Tu también te has encontrado alguno? Envíanos la foto.


      18.5.12

      Encuentran fósiles del Cretácico en Morella


      No es que sea un notición, porque resulta bastante habitual, pero así recoge Miguel Agost en El Periodico Mediterráneo y en el canal de televisión comarcal Comarquesnord el desarrollo de la campaña de excavación que se está llevando a cabo estos días en la Mina del Más de la Parreta en Morella (Castellón)
      Se trata de una actuación habitual en el seguimiento paleontológico que se desarrolla en esta mina y que que consiste en realizar excavaciones cuando el control paleontológico detecta acumulaciones de fósiles en el frente de trabajo. Esta actividad que se repite desde hace más de 12 años ha proporcionado la colección más abundante y completa de fósiles de vertebrados de la Formación Arcillas de Morella (Aptiense), una de las más clásicas y productivas del registro español. 
      En este caso se está documentado y recogiendo el material depositado en un canal fluvial rico en restos desarticulados y de pequeño tamaño de un buen número de los vertebrados que habitaron esta zona de la Península hace unos 125 millones de años. En la lista faunística provisional encontramos algunos de los sospechosos habituales de la zona, entre los que destacan en este momento algunos grupos de tortugas (relativamente abundantes en esta excavación respecto a lo habitual en los muestreos en la mina), cocodrilos, pterosaurios (los reptiles voladores tampoco son frecuentes en estos niveles) y dinosaurios de los que se han reconocido restos de anquilosaurios, saurópodos, terópodos espinosaurios y ornitópodos. 
      Va la noticia de El Periódico Mediterráneo y en la tele. Volveremos a hablar de esto cuando el proceso de análisis del material esté más avanzado.
      En la foto, detrás de la chusma, la Formación Arcillas de Morella

      La muerte os sienta tan bien


      La dinámica de la fosilización es el objeto de estudio de la Tafonomía, la cual a partir de lo observado en un fósil infiere los procesos que han llevado al organismo del que procede a fosilizar. Centrándonos en los dinosaurios, los esqueletos articulados en los que el fósil presenta el cuerpo torsionado hacia atrás, tanto la cabeza como el cuello, y sobre ellos situada la cola, se cuentan como los más espectaculares. A esta postura se la conoce como opisthotonic-posture (en inglés), término que viene acuñado desde el ámbito de la medicina, y hace referencia a la torsión del cuerpo hacia atrás que se observaba en pacientes que sufrían de tétanos. Sobre cómo se produce está disposición corporal se han desarrollado varias interpretaciones: contracción de los ligamentos, momificación, el instante inicial del rigor mortis, el resultado de una aflicción del sistema nervioso que desencadena un estado agónico en el momento anterior a la muerte o un tirón sufrido por los ligamentos tras su relajación causada por la muerte del organismo. En un reciente trabajo publicado en la revista Palaeobiodiversity and Palaeoenvironments y tomando como objeto de estudio los fósiles de los terópodos Compsognathus y Juravenator, se propone como la interpretación más ajustada para esta postura que está torsión del cuerpo hacia atrás es el resultado de un proceso que sucedió posteriormente a la muerte de ambos dinosaurios.

      Compsognathus longipes o Goldie Hawn, Juravenator starki o Meryl Strepp: La muerte os sienta tan bien.

      --Referencia: Achim G. Reisdorf & Michael Wuttke (2012): Re-evaluating Moodie’s Opisthotonic-Posture Hypothesis in Fossil Vertebrates Part I: Reptiles—the taphonomy of the bipedal dinosaurs Compsognathus longipes and Juravenator starki from the Solnhofen Archipelago (Jurassic, Germany). Palaeobiodiversity and Palaeoenvironments, 92(1): 119-168. DOI: 10.1007/s12549-011-0068-y.

      17.5.12

      Unos tanto y otros… tan poco

      Que soy de Cuenca ya lo dije en una publicación anterior. Pero, por si hubiera dudas, especificar que ese topónimo pertenece a una ciudad española (norte de África) y no a la localidad argentina situada en la provincia de Buenos Aires (América del Sur). Y hago esta aclaración porque, aunque uno es consciente de lo injusto de la vida, hay momentos en que esa desigualdad es más sangrante y cruel si cabe. 
      Neuquén, en la vasta región patagónica, no es un nombre cualquiera dentro del mapa paleontológico mundial. Los responsables de turismo argentino se refieren a la zona como la meca de los dinosaurios. Y no les falta razón: cuentan con numerosos restos de especies herbívoras y carnívoras y con diversos museos dedicados a la materia que nos ocupa. Por ejemplo, en el “Carmen Funes” se exhibe Argentinosaurus huinculensis (el herbívoro más grande del mundo) y en el “Ernesto Bachmann” se puede ver Giganotosaurus carolinii, el carnívoro más grande de la tierra. Por si eso fuera poco ¡también tienen yacimientos de huevos! Y, como colofón, disfrutan de la única excavación abierta al público de Sudamérica. ¿Qué más podían pedir? ¿Petróleo quizás? Con todo esto no es de extrañar que el lugar fuera declarado de interés por la ONU (1996) y Monumento Nacional (1997). Y que YPF (sí, la nacionalizada) descubriera hace unos meses un yacimiento petrolífero sin parangón. Ya se sabe, excavando, excavando… Pero, ¿en que acaba esto sin inversión en infraestructuras, sin programas de investigación? ¡Pues justo lo que tenemos en Cuenca! Un proyecto aparcado en algún cajón de alguna consejería y un almacén repleto de huesos desintegrándose. A lo mejor se lo podíamos decir a la presidenta (de Argentina, se entiende) por si desea comprarlos. O nacionalizarlos. 

      Dinosaurios de andar por casa
      Sonia Martínez Bueno

      16.5.12

      Dinosaurios en el Museo Paleontológico de Galve


      Introducción
      La colección del Museo Paleontológico de Galve recoge la colección de fósiles recuperados por José María Herrero desde la mitad de la década de 1950. Desde entonces gran parte de los paleontólogos de vertebrados mesozoicos españoles han participado en el estudio de los vertebrados de Galve, comenzando por Albert F. de Lapparent, el grupo del Instituto de Paleontología de Sabadell, el de la Universidad Autónoma de Madrid o el de la Universidad de Zaragoza, entre otros. La colección está constituida por material procedente de los alrededores de la localidad, célebre por sus yacimientos del Jurásico Superior y el Cretácico Inferior continental. La colección contiene tireóforos, ornitópodos (como Iguanodon, Delapparentia y otros de menor tamaño) y terópodos pero, sobre todo, saurópodos, como gran parte del esqueleto de Aragosaurus ischiaticus (el primer dinosaurio nombrado en España) y parte del esqueleto del saurópodo Galveosaurus (=Galvesaurus) herreroi. Junto a estos también se han recogido los fósiles de otros grupos de vertebrados que vivieron con estos dinosaurios, como tiburones, peces óseos, anfibios, tortugas, cocodrilos, pterosaurios y mamíferos.

      Además del Museo, Galve cuenta con otros recursos paleontológicos que se agruparían bajo el concepto de "Parque Paleontológico de Galve" y que cuenta con un segundo Museo, en este caso dependiente de Dinopolis, un conjunto de yacimientos con huellas de dinosaurios (el yacimiento de Las Cerradicas a la entrada del pueblo está acondicionado para la visita) y una serie de esculturas de dinosaurios (por las que ya empieza anotarse el paso del tiempo).

      Los yacimientos con huellas contienen algunos de los elementos incluidos en la candidatura a patrimonio de la humanidad de la UNESCO "Icnitas de dinosaurios de la Península ibérica" (en este momento en suspenso), como es el yacimiento de “Las Cerradicas”.


      Datos generales (Facilitados por la propia institución)
      • ¿Quién es el titular? La titularidad del Museo Paleontológico de Galve es del Ayuntamiento de Galve, aunque la colección es de José María Herrero Marzo. El montaje lo realizó en el año 1993 la Asociación Cultural Dinosaurio de Galve y, la gestión y el mantenimiento es privado.
      • Misión del Museo: Dar a conocer el ecosistema del Cretácico Inferior 
      • Objeto dinosauriano más importante de la exhibición: Los restos de Aragosaurus ischiaticus, ya que es el primer género y especie de dinosaurio definido en España. 
      • Presencia de los dinosaurios en la exhibición: Entre un 60 y un 70% 
      • ¿Hay restos reales de dinosaurios en la exhibición y en los fondos? Todos los restos expuestos son reales y contamos con tres nuevos géneros y especies de dinosaurios. 
      • Visitantes por año: Alrededor de unos 6000, han decrecido por la apertura de Dinópolis en Teruel, antes de abrir ellos contábamos con 10000-12000 visitas. 
      • Apoyos a la exibición: Existen paneles explicativos de las diferentes temáticas. No contamos con audiovisuales. Siempre se realiza la visita guiada, siempre que se requiere, previa cita, se realizan visitas guiadas a algunos de los yacimientos de icnitas existentes en la localidad y una ruta donde se pueden ver algunas reproducciones de dinosaurios y se explica la geología del entorno y los diferentes paleoambientes. 
      • ¿Por qué hay que visitarlo? Se da una visión clara del ambiente que existía en el Cretácico Inferior, los grandes dinosaurios y los pequeños, las tortugas, cocodrilos, peces, anfibios y mamíferos de la época. Con lupa binocular se puede ver una muestra de restos de la vida de los microvertebrados que acompañaban a los dinosaurios, lo cual sorprende al visitante. 

      Nuestra evaluación 
      • Divulgación: Es buena. Exhibe fósiles reales, algunos muy relevantes, distribuidos en vitrinas por taxones. La visita estándar es guiada e incide en la diversidad de la fauna local. 
      • Rigor científico: Mejorable. Intenta reproducir el estado de conocimiento de la colección y generalmente lo consigue. Probablemente necesita actualizar los datos sobre algunas determinaciones. El discurso de la visita guiada está dirigido a un público no especialista, en ocasiones aderezado con información no completamente contrastada. 
      • Museografía: Clásica y escasa en elementos de última generación. Está fundamentalmente basada en vitrinas que exhiben objetos fósiles, que en muchos casos son muy llamativos. Se apoya en paneles impresos con información general sobre algunos grupos, ocasionalmente más enfocada en taxones concretos. Proporciona información sobre la distribución de la fauna representada en los yacimientos del área de Galve.
      • Guía Godzillín: Recomendable. Muestra mucho material de dinosaurios y de las forma que vivieron con ellos en los ecosistemas turolenses del Mesozoico. Como puntos más débiles, la zona de exhibición es pequeña y la museografia es excesivamente sobria. En todo caso, es una visita obligatoria para todo aquel que quiera conocer de primera mano los restos originales de algunos de los dinosaurios más relevantes de la Península Ibérica.
      Otros datos 
      Comentarios de los visitantes 
      • ¿Has estado allí y quieres aportar tu opinión sobre el museo?  Envíanos un mensaje comentando tu nivel de satisfacción o qué es lo que más y lo que menos te ha interesado (recuerda que queremos ser constructivos) 
      • ¿No estás de acuerdo con esta ficha? Sugiérenos algo

      14.5.12

      Tortugas mesozoicas españolas


      Aprovechando la descripción de Galvechelone, una tortuga del Cretácico de Galve, cuya especie está dedicada a Nieves López (ver post anterior), Adán Pérez repasa el actual estado de conocimiento del registro de las tortugas mesozoicas españolas en mi+d.
      Seguro que los lectores de este blog nunca habíais oído hablar de esto:

      Galvechelone lopezmartinezae, una nueva pieza en la queloniología ibérica


      La localidad turolense de Galve es muy conocida debido a que allí se han identificado, desde hace varias décadas, numerosos afloramientos con restos de vertebrados tanto jurásicos como de varias formaciones del Cretácico Inferior. Los numerosos estudios realizados sobre los restos fósiles allí hallados han permitido identificar más de cincuenta taxones de vertebrados, incluyendo condríctios, osteíctios, mamíferos, lisanfíbios, y una abundante y diversa fauna de reptiles, que incluye a escamosos, tortugas, pterosaurios, cocodrilos y dinosaurios. Aunque la mayoría de esos grupos han sido estudiados desde un punto de vista sistemático, la información sobre las tortugas era, hasta ahora, muy limitada. En este sentido, ningún quelonio había sido determinado a nivel genérico.
      La preparación y el estudio de un espaldar parcial articulado, procedente del Barremiense inferior de la Formación Camarillas, ha permitido describir una nueva tortuga en Galve. El nuevo trabajo, publicado en la revista Palaeontology, identifica un nuevo miembro del linaje de Cryptodira que incluye a taxones tales como los miembros de “Macrobaenidae”, “Sinemydidae”, así como a las formas del Cretácico Inferior de Europa Hoyasemys jimenezi y Chitracephalus dumonii. La tortuga de Galve (Galvechelone), permite identificar ese clado de quelonios, recientemente identificado en Europa, como abundante y diverso en el Cretácico Inferior de este continente y, especialmente, en la Península Ibérica.
      Debido a la contribución de la catedrática de paleontología Nieves López Martínez al desarrollo de la paleontología española, y especialmente por su apoyo al proyecto actualmente en proceso sobre el estudio de los fósiles de tortugas ibéricos, la nueva tortuga ha sido nominada Galvechelone lopezmartinezae.
      _____ 
      Referencia: Pérez-García, A. & Murelaga, X. On line. Galvechelone lopezmartinezae gen. et sp. nov., a new cryptodiran turtle in the Lower Cretaceous of Europe. Palaeontology. Enlace al resumen
      _____
      Imagen: Dibujo interpretative del holotipo del nuevo taxón.

      11.5.12

      Doctor K #07: Toma el genoma y corre





      Buenas tardes Doctor K,

      Aprovechando esta ventana que nos ha abierto para la consulta sobre temas de paleontología me gustaría preguntarle sobre la genética molecular de los dinosaurios. El otro día viendo Parque Jurásico me llevó a preguntarme si realmente existía algún estudio donde se haya conseguido aislar algún fragmento de ADN de estos animales. Si es así ¿se ha clonado en bacterias o en otro hospedador para intentar producir alguna proteína? No sé hasta que punto esta película es "fantasiosa", pero si estas respuestas son positivas, podría llevarme a pensar que realmente sí que sería posible hacer un "parque jurásico". Puede que suene algo "friki", pero siempre he tenido esta duda.

      Gracias por su atención

      Perico

      Estimado Perico, las novelas, cómics y películas de ciencia-ficción han provocado en ciertas ocasiones que el público asuma como reales determinados experimentos, fenómenos o teorías que en pantalla suenan brillantes pero que no dejan de ser, valga la redundancia, ficción científica. De esta forma, y a riesgo de decepcionarte, en la vida real no veremos a un hombre trepando edificios gracias a los superpoderes arácnidos adquiridos tras la picadura de una araña, ni a muertos resucitados que se levantan de sus tumbas para aniquilar a la humanidad, ni, lamentándolo mucho, dinosaurios clonados a partir de ADN conservado en ámbar.

      Si no tienes mucho tiempo te adelanto la cruda respuesta a tu pregunta: NO tenemos ADN de dinosaurios y probablemente NO se pueda extraer ADN de fósiles mesozoicos. Hay serias dudas sobre la posibilidad de obtener ADN de calidad suficiente como para hacer lo que nos planteas de más allá de un millón de años... y los dinosaurios no avianos desaparecieron hace 65 millones de años.

      Si tienes un poco más de tiempo podemos jugar un poco con la idea. La receta de Michael Crichton en su novela “Jurassic Park” para conseguir clonar dinosaurios en la actualidad comenzaba con el descubrimiento de una pieza de ámbar con un insecto mesozoico en su interior que, debido a su naturaleza chupóptera, contenía sangre dinosauriana. Se utilizaba la sangre para extraer el ADN, y este se utilizaba como modelo o plantilla para otro dinosaurio. Si existían huecos en el ADN, se rellenaban con ADN de rana y a correr. Luego, introducían en un huevo ese ADN y lo metían en una incubadora. Cuando eclosionaba el dinosaurio, se le dejaba crecer hasta alcanzar el tamaño adulto y ya tenías un lagarto terrible gigantesco para tu parque temático. Así contado parece una ideaca y puedes pensar que es factible, pero… hay una serie de problemillas que impiden llevar a cabo esta fórmula.

      La obtención de ADN de dinosaurio a partir de su sangre succionada por insectos mesozoicos atrapados en ámbar fue una idea en la que trabajó George O. Poinar durante los 80 y no es algo tan descabellado, ya que el ámbar es capaz de conservar las partes blandas de los organismo. Pero claro, necesitas una carambola: un mosquito que acabe de consumir una gran cantidad de sangre de dinosaurio inmediatamente antes de aterrizar en la resina de un árbol (a partir de la que se forma el ámbar). Teniendo en cuenta que la fosilización en ámbar es algo relativamente escaso, encuéntralo. Otro tema es la extracción de ADN de dinosaurio de ese insecto. Actualmente, la extracción de ADN humano en mosquitos es una práctica que lleva a cabo la policía en algunos casos (¿has visto CSI?). Vamos, que es difícil pero no imposible. Eso si, estamos hablando de organismos actuales, pero ¿Qué pasa con los organismos extinguidos? Se ha creido reconocer ADN en fósiles antiguos en muchas ocasiones. Probablemente una de las cercanas a la propuesta de Parque Jurásico ocurrió en los 90 cuando se anunció la secuenciación de un fragmento de ADN de un gorgojo conservado en ámbar datado en 120-135 millones de años (1). Sin embargo, en estos casos, los supuestos fragmentos obtenidos son pequeños, mal preservados, y lo que es peor, hasta el momento nunca se ha podido asegurar que procedan del fósil y no de una contaminación.  La molécula de ADN es muy frágil y se degrada con mucha facilidad, incluso en buenas condiciones. Sería esperable que la extracción de ADN del sistema digestivo de un insecto no premita obtener secuencias completas. Y no, no se pueden rellenar los huecos con ADN de rana, ya que el resultado sería ADN de rana con cachitos de ADN de dinosaurio (parecido a las películas que echan en las televisiones privadas, que son publicidad con trocitos de película) y no ADN de dinosaurio con cachitos de rana (quizá lo más lógico sería introducir en los huecos ADN de aves, que actualmente son los organismos más parecidos a los dinosaurios, aunque ocurriría prácticamente lo mismo). El ADN no podría ser reparado puesto que su información se habría perdido para siempre e incluso la procedencia del ADN como se ha comentado, estaría en entredicho. Por otra parte, en el caso del huevo, no vale un huevo cualquiera. No puedes pillar un huevo de gallina, de avestruz o de cocodrilo, y pretender que estos aporten el 99,99 % de la información que te falta para construir un T. rex.

      Pero bueno, vamos a echarle imaginación. Pongamos que has sacado ADN de un dinosaurio concreto, lo has introducido en un huevo de esa especie dinosaurio, lo has incubado y la cría ha eclosionado. Bravo. Tienes un bebé dinosaurio que… ¿qué narices come un bebé dinosaurio? ¿y el sistema inmune?... La viabilidad de estos bichos experimentales es muy compleja. Sirva como ejemplo que no se han conseguido clones viables de bucardo (un animal extinguido en el 2000, del que tenemos todo el material genético que podemos necesitar y del que existen representantes vivos de una subespecie hermana).


      Apuntas un dato curioso en tu pregunta. Es cierto que si se obtuviese un fragmento de ADN de dinosaurio lo suficientemente informativo como para codificar para una proteina, este podría incluirse en una bacteria y podíamos fabricar una proteina de dinosaurio... Aunque aquí estabamos hablando de cosas serias (como poner una granja de estegosaurios), lamentablemente, no siquiera tenemos ADN de un dinosaurio mesozoico para hacer lo que sugieres y conseguir un bote con un liquido transparente en el que guardemos una proteina de dinosaurio.

      Llegados a este punto, amigo Perico, ¿desistimos entonces de obtener un dinosaurio con ayuda de la genética? Pues no,  aún queda la esperanza de encontrar el dinosaurio primitivo escondido en el interior del ADN de un ave. Básicamente la idea consiste en hacer aflorar la información primitva que aún se encuentra en el ADN de los descendiente actuales de los dinosaurios mesozoicos. No se ha conseguido (puede que no se consiga) y no daría lugar a un dinosaurio conocido (probablemente sería un Frankenstein genético: un pollo con dientes y cola), pero puede que sea lo que tenemos más a mano para ver alguna vez vivo algo parecido a un Velociraptor (que, para que vamos a engañarnos, viene a ser un pollo con dientes y cola).

      Queda, tan sólo, reflexionar sobre aspectos como si es necesario echar un engendro así al mundo... Pero esto ya nos está quedando un poco largo, así que, querido Perico, si esto te sigue interesando, puede ser el tema de otra pregunta.

      Espero haberte ayudado.

      DOCTOR K

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      Referencias:


      10.5.12

      Karate a muerte en Hell Creek

      Pachycephalosaurus wyomingensis pertenece a un grupo de dinosaurios herbívoros caracterizados por presentar un engrosamiento del techo craneano. Este grupo de herbívoros, los paquicefalosaurios, son formas bípedas con dentición primitiva y mandíbulas que sólo se movían en sentido vertical. Sin embargo, es ese engrosado techo craneano, denominado domo frontoparietal, el rasgo distintivo de los paquicefalosaurios. Acerca del sentido de este domo existe un consenso en considerar que está relacionado con combates entre individuos como ocurre en bóvidos actuales como el muflón. Así los paquicefalosaurios utilizarían sus cabezas chocándolas entre sí, en un combate a topetazos. Es lógico pensar que de estos encontronazos algunos individuos resultasen heridos y como sucede en determinadas ocasiones, ahí está el registro fósil para darnos una pista. Así, en un reciente trabajo publicado en la revista PLoS ONE se describen las lesiones presentes en un domo frontoparietal de un individuo de Pachycephalosaurus wyomingensis hallado en la Formación Hell Creek de Montana y que están relacionadas con el desarrollo por parte de este individuo de esta conducta de combate a topetazos.

      Pachycephalosaurus (Hell Creek), Bruce Lee (Bangkok), ¿Karate a muerte?


      --Imagen tomada de Dinobase (Autor: John Sibbick).

      --Referencia: Joseph E. Peterson & Christopher P. Vittore (2012): Cranial Pathologies in a Specimen of Pachycephalosaurus. PLoS ONE, 7(4): e36227. DOI: 10.1371/journal.pone.0036227.

      9.5.12

      Aprovechando que Pepito anda por ahí...

      ...puedes hacer doblete con una conferencia de José Luís Sanz en el Parque de las Ciencias de Granada, que celebra su aniversario el próximo sábado con la XV Feria de la Ciencia y que arranca mañana día 10 de mayo con la conferencia "Dinosaurios ¿cómo sabemos lo que sabemos?". El catedrático de paleontología de la UAM explicará cómo y de dónde se extrae información para abordar el estudio de estos gigantes del pasado.


      Tal como eran… y somos


      “Tal como éramos” es el título de una película que protagonizaban el inmortal Robert Redford y la supercantante Barbra Streisand. El argumento, archiconocido, se basa en el amor que nace entre dos estudiantes universitarios con diferentes formas de ver la vida y de comprometerse con su entorno. Hasta aquí, bien. Pero, ¿qué tiene esto que ver con nosotros y los dinosaurios? A simple vista, nada. Aunque me dio pie a pensar en la gran variedad de “lagartos terribles” que existieron, en su forma de enfrentarse al mundo y en su paralelismo con la especie humana actual. A modo de ejemplo:
      • Tyrannosauus Rex, carnívoro feroz, temido por sus congéneres… Igual que todos los dictadores que a lo largo de la historia han dejado su impronta y han sometido bajo su yugo, y someten, a muchos seres humanos inocentes.
      •  Brontosaurio, herbívoro de cuello largo y en apariencia tranquilo, dedicado a recolectar hojas y más hojas (de los árboles)… Como la mayoría de los pensadores, escritores, filósofos e incluso periodistas que, ahora más que nunca, malviven con salarios exiguos, “recortados”, que apenas dan para comprar otras hojas (de papel). 
      • Cocodrilos, los únicos supervivientes que casi no han cambiado en doscientos millones de años… Como los banqueros, esos depredadores que agarran a su presa y no la sueltan hasta que muere. Quizás por eso también han sobrevivido adoptando múltiples formas y acomodándose a cualquier circunstancia. Desde mi modesto punto de vista, una especie digna de estudio por esa capacidad infinita para superar circunstancias adversas y salir siempre beneficiada. 
      • Pterodáctilo, el famoso dinosaurio con alas y con una estructura ósea tan sofisticada que les permitió ser los reyes del aire… Como a los asesores financieros o las agencias de calificación, capaces de cazar al vuelo esas “gangas” bursátiles que convierten al resto de los trabajadores o parados en pobres desgraciados muertos de hambre. Ellos, sin embargo, son los dueños y señores de las plantas más elevadas de los grandes rascacielos. Y desde ahí nos contemplan, estúpidas hormiguitas. 
      • Tortugas, esos tranquilos e inofensivos animales que convivieron con los dinosaurios y que sirvieron, y sirven, de alimento a otros animales… Igual que la mayoría de los mortales, obligados a cohabitar con las especies ya citadas. Y, como ellas, casi todos son pacíficos y cargan con su casa a cuestas (si no se la ha “robado” el cocodrilo). Aunque, si se les persigue y hostiga en exceso, reaccionan y responden (vaga esperanza, quizás). 
      ¿Queda alguien en el tintero? Supongo que sí…Veamos: espinosaurios, triceratops, ictiosaurios… A poco que utilicemos la imaginación seguro que encontramos la variedad humana que mejor se adecua a los ejemplares citados.
      Y por último, pero no por ello menos importantes, he querido reservar para el final a unos dinosaurios que inmortalizó perfectamente Spielberg
      • Velociraptores, carnívoros del tamaño de un lobo y que, como ellos, se cree que cazaban en manadas porque solos…solos no eran nadie. Como nuestros queridos políticos, reunidos día y noche en el hemiciclo del Congreso, todos juntos, interpretando los papeles de “La Comedia Humana”, marcando y dirigiendo el destino de los ingenuos galápagos a los que, si fuera necesario, no dudarían en devorar. Sí, a ellas, a las infelices y benévolas tortugas (todos nosotros, lectores) que son las culpables de confiar en sus promesas vanas cada cuatro años y que, movidas por lo que consideran el ejercicio de un derecho y una libertad pública (el voto) perpetúan en el escaño a esos dinosaurios de potentes garras.
      Algunos paleontólogos no se ponen de acuerdo en definir a la última especie nombrada: ¿carroñeros o depredadores? Dejo planteada la cuestión, la duda y la pregunta: ¿nos interesa alguna de las opciones?

      Dinosaurios de andar por casa
      Sonia Martínez Bueno