En la colección de Paleontología de Vertebrados del Museo Nacional de Ciencias Naturales hay más de una docena de ejemplares de ictiosaurios muy completos, provenientes de Alemania. Estos reptiles marinos formaban parte de la colección de Juan Vilanova y Piera. Su primera adquisición está documentada el 24 de abril de 1.854 en la “cuenta de los gastos ocasionados en los viajes practicados por Don Juan Vilanova durante los dos últimos años de la comisión que le fue confiada en 12 de Octubre de 1849, para cultivar en el extranjero e introducir en España el importantísimo ramo de la geología”. En Alemania, Vilanova adquirió por 1.400 francos fósiles de invertebrados, peces, diez ejemplares de ictiosaurios y un cocodrilo, conservados actualmente en las Colecciones de Paleontología del MNCN. Unos años más tarde, incorporó más fósiles de ictiosaurios a las colecciones.
Vilanova consideraba a los ictiosaurios entre los “animales superiores” que caracterizan el Jurásico, afirmando de este sistema que “se halla caracterizado por una de las primeras manifestaciones de los mamíferos y por los enormes reptiles que a la sazón vivían, organizados los unos para reptar, como los Ichthiosauros; para nadar otros, los Plesiosauros, y los Terodáctilos para volar”.
Vilanova cita entre sus adquisiciones “un Ychthiosauro de doce pies de largo conteniendo un feto en la cavidad intestinal”, que es posteriormente empleado para acusar a estos animales de la práctica de “ictiosauriofagia”.
El registro de éstos animales en el MNCN se completa con otros restos aislados, fundamentalmente vértebras, también adquiridos en el siglo XIX por Augusto González de Linares.
Vilanova consideraba a los ictiosaurios entre los “animales superiores” que caracterizan el Jurásico, afirmando de este sistema que “se halla caracterizado por una de las primeras manifestaciones de los mamíferos y por los enormes reptiles que a la sazón vivían, organizados los unos para reptar, como los Ichthiosauros; para nadar otros, los Plesiosauros, y los Terodáctilos para volar”.
Vilanova cita entre sus adquisiciones “un Ychthiosauro de doce pies de largo conteniendo un feto en la cavidad intestinal”, que es posteriormente empleado para acusar a estos animales de la práctica de “ictiosauriofagia”.
El registro de éstos animales en el MNCN se completa con otros restos aislados, fundamentalmente vértebras, también adquiridos en el siglo XIX por Augusto González de Linares.
Curiosamente, en los inventarios de las colecciones de paleontología realizados en 1871 por José María Solano y Eulate y en 1891 por José Gogorza se consideró erróneamente los ejemplares de ictiosaurios de Vilanova como “moldeados en yeso y engastados en placas de esta sustancia” al estar parte de los esqueletos y la pizarra que los contenía cubiertos por yeso.
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Más información:
- Pérez García, A. & Sánchez Chillón, B. 2008. Los Ictiosaurios del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Los primeros reptiles que llegaron a la Colección de Paleontología. Periódico del MNCN 8: 10.
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Imágenes:
- Arriba: MNCN 66822. Uno de los esqueletos de ictiosaurios adquiridos por Juan Vilanova y Piera en Alemania en la década de 1850.
- Debajo: MNCN 68179. Cocodrilo jurásico de la colección de Vilanova, proveniente de la misma localidad que los ictiosaurios.
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