8.9.17

Andrewsemys, una nueva tortuga con mucha historia


Los oasis suponen lugares idílicos en pleno desierto donde prospera la vida, pero, además, algunos de ellos han aportado un registro fósil de gran relevancia. Entre estos destaca el correspondiente al área de Fayum, en Egipto. Allí se reconocieron, hace más de un siglo, varios afloramientos paleontológicos muy singulares, con faunas del Eoceno y Oligoceno. Uno de los grupos bien representados en esta región son las tortugas, especialmente reconocidas mediante miembros de Pleurodira. Y entre los paleontólogos que allí trabajaron destaca la figura del británico Charles William Andrews (1866-1924), quien realizó varias campañas en la zona, reconociendo la presencia de nuevos vertebrados correspondientes a diversos linajes, incluyendo varias tortugas. Una de ellas correspondía a un caparazón muy bien preservado, hallado en primavera de 1902, y atribuido por él mismo a una nueva especie: ‘Stereogenyslibyca.


Stereogenyslibyca era considerado, hasta ahora, como un representante mal conocido de Erymnochelyinae (Pleurodira, Podocnemididae). El ejemplar que permitió su descripción, correspondiente a uno de los caparazones de tortugas más completos procedentes de esta región egipcia, estaba en paradero desconocido. Aunque otros ejemplares atribuibles a esta especie fueron también hallados hace más de un siglo, todos ellos permanecían hasta ahora inéditos. De hecho, ninguna fotografía correspondiente a material de esta especie había sido, hasta ahora, publicada. La limitada información aportada por Andrews y otros investigadores hace más de un siglo era la única que había llegado hasta nuestros días, permitiendonos afirmar que esta tortuga probablemente correspondía a un nuevo género. Sin embargo, la pérdida de su holotipo o ejemplar de referencia y la limitada información impedían su descripción.


Afortunadamente el holotipo de esta especie ha sido recientemente hallado. Este caparazón ha sido detalladamente estudiado, en un artículo que acaba de ser publicado en la revista Historical Biology. Además, cerca de 20 ejemplares históricos pero hasta ahora inéditos, que pertenecían a museos de varios continentes y países (Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos), han sido reconocidos como atribuibles a esta especie. Como consecuencia de este estudio, la validez de esta especie egipcia es confirmada, siendo atribuida a un nuevo género, Andrewsemys. Así, “la tortuga de Andrews”, reconocida tanto en el Eoceno superior como en el Oligoceno inferior de Egipto, ha podido ser estudiada en detalle más de un siglo después de su hallazgo.

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