2.8.13

¿A quien no le han confundido alguna vez con un temnospóndilo...?


Confundir un cráneo de crocodilomorfo con el de un anfibio primitivo (más concretamente con uno  de los temnospóndilos abundantes a finales del Paleozoico y principios del Mesozoico) era muy común en las confusas noches de los bares de las charcas jurásicas. Al menos, eso ha debido parecerles a Montefeltro y colaboradores, que en un reciente estudio han publicado la descripción de Batrachomimus pastosbonensis, una nueva especie de neosuquio de la Formación Pastos Bons del Jurásico Superior de Brasil. Al parecer, esta nueva forma jurásica está relacionada con los paraligatóridos, un pequeño grupo de neosuquios derivados cerca de la base de Eusuchia constituido por algunas formas conocidas a lo largo de todo el Cretácico de Ásia como Rugosuchus o Shamosuchus. Con la descripción de Batrachomimus, aumenta tanto el rango temporal como geográfico del grupo de los paraligatóridos.

Reconstrucción en vida de Batrachomimus pastosbonensis a cargo de Rodolfo Nogueira

¿Y por qué se llama Batrachomimus? Pues resulta que el nombre genérico (“imitador de batracio” en griego) hace referencia a que el holotipo se identificó en un primer momento como un temnospóndilo, que como ya hemos dicho, eran "anfibios" primitivos vagamente similares a los batracios modernos (ya sabéis: ranas, sapos...). Además se pensaba que provenía de la Formación Pedra da Fogo del Pérmico de la misma zona, el estado de Maranhão en el noreste brasileño, periodo en el que los temnospóndilos eran dominantes y que posteriormente fueron reemplazados como otros depredadores semiacuáticos a principios del Mesozoico.

Holotipo de Batrachomimus pastosbonensis en vista dorsal (a), ventral (b) y lateral (c)

Una de las cosas más interesantes de Batrachomimus es que, en un cladograma, se coloca muy cerca de la radiacion de los cocodrilos modernos. Como ya hemos comentado por aquí en alguna ocasión, hasta el momento las relaciones filogenéticas entre los taxones que tienen que ver con el origen de los cocodrilos modernos no están del todo claras y como consecuencia se obtienen pobres estimaciones de diversidad taxonómica y morfológica. Los taxones implicados en toda esta movida se conocen a partir de ejemplares de diferentes yacimientos de todo el Cretácico laurasiático y en algunos yacimientos de Brasil, Australia y norte de África. De esta forma, muy cerca de la base de Eusuchia, encontramos formas anfibias de pequeño tamaño con rostros alargados y dentición piscívora como Isisfordia o Laganosuchus, o de rostro corto que pueden tener dentición durófaga como Hylaeochampsa o dientes reducidos y finos como Pietraroiasuchus o Pachycheilosuchus, así como los paraligatóridos que hemos mencionado.

Filogenia con los taxones de neosuquios derivados cercanos al nodo Eusuchia

Bienvenida, entonces, la publicación de Batrachomimus, con el que tenemos una nueva pieza en el puzzle evolutivo para intentar clarificar (o complicar aún más) el origen de los cocodrilos modernos.

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