Los alrededores del municipio de Pinilla del Valle, en Madrid, son bien conocidos por sus yacimientos fósiles. Desde hace muchos años se han ido recuperando en sucesivas campañas de excavación restos de neandertales y de otros mamíferos del Pleistoceno. Sin embargo, en la campaña de 2012 (bajo la dirección de Enrique Baquedano, Juan Luis Arsuaga y Alfredo Pérez-González) se encontraron también restos asociados a un reptil marino de unos dos metros de longitud: Carentonosaurus.
¿Cómo es eso? ¿Convivieron los neandertales con monstruosos reptiles acuáticos hace apenas unas decenas de miles de años? No, no. Los restos de Carentonosaurus tienen millones de años de antigüedad. ¿Vivieron los neandertales antes de los que creíamos? Pues no, obviamente tampoco. ¿Y entonces? Poco a poco, empecemos por el principio: Carentonosaurus es un reptil pitonomorfo del Cretácico Superior. Este organismo fue descrito por primera vez en 2004 en Francia, y algunos restos se han encontrado en Asturias también. El registro fósil de este animal es bastante escaso en general. A finales del Cretácico toda Europa era un sistema de islas y archipiélagos, y la Península Ibérica no era una excepción, claro.
Los restos de Carentonosaurus de Pinilla del Valle (los cuales consisten en algunas vértebras y dientes) fueron encontrados dentro de algunas galerías junto a otros restos del Pleistoceno. ¿Cómo es esto posible? Bien, parece ser que los fósiles de este animal han sido retrabajados, es decir, fueron expuestos y removidos después de haber sido fosilizados, quedando depositados en sedimentos posteriores a los suyos. Según los autores del trabajo, publicado en Cretaceous Research, las capas en las que se encontraban los restos fosilizados del reptil pasaron a formar parte de las paredes de estas cuevas y galerías kársticas, habitadas por neandertales. Como consecuencia de la disolución de dichas paredes por acción del agua filtrada, las vértebras y dientes de Carentonosaurus cayeron y se depositaron en el interior de estas cavidades. Además se han encontrado los restos de algunos peces, tiburones y rayas también procedentes del Cretácico, aún están en estudio.
Estos son los primeros restos de reptiles marinos encontrados en Madrid, y además extienden el rango de este género hasta el Santoniense (otros restos de Carentonosaurus proceden del Cenomaniense). Además, las vértebras encontradas presentan paquiostosis, es decir, se encuentran engrosadas. Este engrosamiento de los huesos es habitual en vertebrados marinos secundarios como adaptación al modo de vida acuático, pues proporciona un control sobre la flotabilidad del animal, sobre todo en aquellos de pequeño tamaño (las formas más grandes de mosasaurios o sauropterigios, por ejemplo, no presentan paquiostosis). Por último, los restos proporcionan una posible primera evidencia de la dentición de este animal, hasta ahora desconocida (no se han encontrado restos de otros reptiles mesozoicos en las cuevas de Pinilla del Valle, por lo que los autores sugieren que estos restos son de Carentonosaurus). Sin duda, toda información recabada es de gran utilidad para conocer mejor a este pitonomorfo de relaciones filogenéticas inciertas.
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Más información:
- Referencia: Hontecillas D.; Houssaye, A.; Laplana, C.; Sevilla, P.; Arsuaga, J. L.; Pérez-González, A.; Baquedano, E.; Knoll, F. 2015. Reworked marine pythonomorph (Reptilia, Squamata) remains in Late Pleistocene cave deposits in central Spain. Cretaceous Research, 54: 188-202. doi:10.1016/j.cretres.2014.12.010
- Imágenes: 1.- Reconstrucción del posible aspecto en vida de Carentonosaurus por Daniel Hontecillas. 2.- Varias vistas de las vértebras de Carentonosaurus recuperadas de Pinilla del Valle (imagen tomada del artículo).
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