Entre los días 7 y 10 de julio, se ha celebrado en Lisboa el III Congreso Ibérico de Paleontología, coincidiendo con las XXVI Jornadas de la Sociedad Española de Paleontología. Los trabajos allí expuestos trataron de temáticas muy variadas y en ellos han estado muy involucrados tanto investigadores portugueses como españoles. En este sentido, se han expuesto varios trabajos referentes a tortugas fósiles, analizándose en uno de ellos ejemplares del Jurásico Superior de Portugal, concretamente del Concelho de Torres Vedras, localidad situada al norte del distrito de Lisboa.
El registro de vertebrados fósiles en el Jurásico Superior de Portugal es muy abundante. Aunque los dinosaurios han sido los más estudiados, otros grupos de reptiles, que han recibido menos atención, están también bien representados. Uno de ellos es el de los quelonios y, aunque hasta ahora su estudio está en una fase muy inicial, se han identificado varios grupos que habitaban distintos medios. En el Concelho de Torres Vedras son muy abundantes los sedimentos de la Cuenca Lusitánica datados como del Jurásico Superior, y más concretamente del lapso Kimmeridgiense-Titónico. En ellos se han hallado numerosos restos de tortugas, desde elementos aislados a ejemplares relativamente completos. Se reconocen representantes de dos grupos de Pancryptodira: Pleurosternidae y Plesiochelyidae. Aunque se ha notificado la presencia de Pleurosternidae en varios afloramientos del Concelho de Torres Vedras, destacan los hallazgos realizados en el Kimmeridgiense superior de Santa Rita (Vimeiro). El material de pleurostérnidos previamente reconocido en la Península Ibérica se trataba de elementos desarticulados y aislados. No obstante, en este afloramiento se ha recogido material articulado o con una ligera dispersión, identificándose un caparazón relativamente completo, que se asigna a un nuevo taxón.
Plesiochelyidae, grupo endémico del Jurásico de Europa, está representado en Torres Vedras por numerosos ejemplares desarticulados pero también por algunos caparazones que preservan un alto porcentaje de sus elementos. Tal es el caso, por ejemplo, de un caparazón procedente del Titónico de Ulsa. El ejemplar, interpretado como un individuo adulto o subadulto posee unas placas relativamente gruesas y carece de fontanella plastral central. En varios afloramientos de Torres Vedras se han hallado placas plastrales gruesas y sin fontanelas, con una morfología similar a la del ejemplar de Ulsa, junto con otras también asignadas a Plesiochelyidae que, con un tamaño similar, tienen mucho menor espesor y presentan los bordes de una fontanela hio-hipoplastral bien desarrollada. Comparando placas de ambos morfotipos de tamaños similares, las notables diferencias en espesor y la correlación de la presencia de amplias fontanellas con sólo uno de ellos, así como las diferencias morfológicas, permiten interpretar que ambas placas probablemente no pertenezcan a un único taxón.
El estudio del material de Torres Vedras y la revisión del material portugues previamente citado no sólo permitirán conocer la diversidad de quelonios del Jurásico Superior de Portugal sino también integrarlo en el contexto paleobiogeográfico ibérico y europeo.
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Referencia: Pérez-García, A., Ortega, F. y Silva, B. 2010. Análisis preliminar de la diversidad de quelonios del Jurásico Superior de Torres Vedras (Portugal). Publicaciones del Seminario de Paleontología de Zaragoza (SEPAZ), 9: 235-238.
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Imagen: Una tortuga paseándose curiosa por Lisboa, tratando en todo momento de no perder de vista las frescas aguas del Tajo
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