Los titanosaurios siguen pegando fuerte este año. No es inusual para los lectores de este blog ver algún estudio reciente acerca de este diverso grupo que existió hasta el final del Cretácico en todas las masas continentales. Al igual que tampoco pillará por sorpresa que fuesen un grupo con una riqueza y diversidad excepcional en América del Sur.
Pero pese a que hemos visto publicar gran cantidad de especies, se conocen estudios de su biogeografía, de su paleobiología, desarrollo y biomecánica, entre otros muchos, tal vez lo sorprendente sea la escasez de estudios sobre su paleoecología.
Así que parece que el equipo de Vieira y colaboradores querían aportar recientemente su granito de arena en este aspecto. Hoy les traemos un estudio de la paleoecología y estructura de las poblaciones de titanosaurios de América del Sur.
En estudios actuales de ecología se estudian la estructura de las comunidades a partir de factores como la riqueza de especies, los patrones morfológicos, estrategias de empleo de los recursos disponibles, distribución a lo largo del tiempo y el espacio, así como factores históricos y biogeográficos. Parte de estas consideraciones no ha sido explorada aún para los titanosaurios.
Curva de nº de especies vs nº registros fósiles. Sob = Observados, Chao = Estimados por el modelo.
Las estructuras de las comunidades de vertebrados, se cita al texto de Vieira y colaboradores, “se define como a la distribución no-aleatoria de patrones de uso de recursos disponibles por individuos que coexisten en el espacio y tiempo”. Estas estructuras dependen de la composición y riqueza de las especies que componen las comunidades. Y por tanto, esta coexistencia dependerá de las relaciones interespecíficas.
Los autores han planteado un estudio basado en la comparación de las diferentes comunidades registradas a lo largo de América del Sur, y ver si difieren de un modelo nulo. Éste modelo nulo serían 1000 comunidades generadas de manera aleatoria por algoritmo de Monte Carlo. Si las comunidades están afectadas por relaciones de competencia o filtros medioambientales, diferirán significativamente de las generadas por azar en el modelo nulo.
Proyección del c-valor medio del la comunidad de titanosaurios de América del Sur frente a las distribuciones de c-valores de 10,000 simulaciones de comunidades. El valor observado (1.96) no difiere significativamente del esperable en una muestra aleatoria.
Algo parecido ocurre en la segunda hipótesis de trabajo del estudio, observar si la distribución de tamaños en las distintas comunidades, tiene un sesgo. O si por el contrario, la coexistencia de titanosaurios de diferente tamaño no difiere de una generada por azar.
En ambos modelos los autores encontraron que los titanosaurios de América del Sur no se encuentran ningún tipo de presión ecológica. Su distribución, y su rango de morfologías (basado en los tamaños) son los esperables por azar en ausencia de efectos sobre las poblaciones.
Además, los estimadores de riqueza empleados por los autores indican que cabe esperar una mayor diversidad de especies de titanosaurios en el continente sudamericano. Los autores discuten que esta elevada riqueza y la ausencia de factores de presión que estructuren las poblaciones se relacionan con la ocupación de cantidad de nichos abiertos tras la extinción de los diplodócidos en el Coniaciense superior.
Segmentos de "longitud" entre los valores observados de tamaño y los estimados en 10.000 simulaciones. Se indica con una flecha y el p-valor del estadístico la probabilidad de que los tamaños observados sean mayores de los estimados por azar en las simulaciones.
La coexistencia de especies puede verse influenciada además por interacciones negativas como agresividad de los individuos de la especie o competencia por los recursos entre especies. Probando subpoblaciones dentro de la matriz de coexistencia, los autores encuentran que no había tampoco ningún efecto negativo entre ellas. Probablemente por la especialización a hábitats específicos, endemismos, o menor abundancia de determinadas especies.
Una de las propuestas de los autores para explicar la coexistencia entre tantas especies es la de especialización y uso de microhábitats, como ocurre en aves de Centroamérica.
Es uno de los primeros estudios de este tipo. Aunque parece corroborar lo que ya apuntaban estudios de biodiversidad o la filogenia, que los titanosaurios debían de hallarse en un medio estable y óptimo para permitir su radiación, ya que era un grupo de dinosaurios herbívoros muy abundantes al final del Mesozoico.
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Más información:
- Referencia: Vieira WLS, Vieira KS, Nóbrega RP, Montenegro PFGP, Pereira Filho GA, et al. (2014) Species Richness and Evidence of Random Patterns in Assemblages of South American Titanosauria during the Late Cretaceous (Campanian–Maastrichtian). PLoS ONE 9(9): e108307. doi:10.1371/journal.pone.0108307
- Imagen inicial: Ilustración de González-Riga, B.
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