Parece que de un tiempo a esta parte están volviendo a resurgir esos grandes, y nunca mejor dicho, clásicos de la sauropodología como Giraffatitan, o Brachiosaurus (ver Escasas reflexiones: "El increíble saurópodo menguante) o recientemente Diplodocus. Este titán del Jurásico Superior de América del norte, con sus más de 37 metros de longitud y su cola de extrema longitud que podía hacer restallar, sigue dando de que hablar. Efectivamente estudios recientes, publicados en la revista Naturwissenschaften, y centrados en el cráneo de este género de dinosaurios están permitiendo conocer un poco más aspectos de su mecánica trófica. Así los resultados obtenidos del análisis de los elementos finitos de un modelo tridimensional de un cráneo de Diplodocus longus indican que la morfología del cráneo alargado de este saurópodo que presenta dientes en forma de lapicero, se relaciona con una clara adaptación para poder acceder al alimento y no tanto con la necesidad de responder a una elevada fuerza ejercida para poder triturar las hojas o frondes de los que se alimentaba.
Visto esto si hubiese sido una araucaria o un ginkgo, no le hubiese apostado nada al "Atrápame si puedes" a estos diplodócidos.
--Imagen tomada de The World of Charles R. Knight (Autor:Charles R. Knight).
--Referencia: Mark T. Young, Emily J. Rayfield, Casey M. Holliday, Lawrence M. Witmer, David J. Button, Paul Upchurch & Paul M. Barrett (2012): Cranial biomechanics of Diplodocus (Dinosauria, Sauropoda): testing hypotheses of feeding behaviour in an extinct megaherbivore. Naturwissenschaften. DOI: 10.1007/s00114-012-0944-y.
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