17.1.13

Beetlejuice


No sé si el dicho «cuando las ranas críen pelos» tiene su análogo dentro del mundo aviario. Bueno... podría ser la locución «cuando las gallinas tengan dientes». La primera no parece muy acertada puesto que pelos lo que se dice pelos, no parece que se vean en los renacuajos de esas ranas que según te acercas a una charca saltan al agua. La segunda construcción linguística debería mirarse más con lupa y no proclamar a los cuatro vientos «de este agua no beberé». Actualmente, y sin pasar por procesos de laboratorio, este grupo de dinosaurios, en su mayor parte voladores, como son las aves no presenta indicios de la presencia de dientes. Pero... (por veces te encuentras peros) esto no ha sido siempre así. Como bien es conocido las presencia de dientes en las aves es tan antigua como su linaje o, si no es así echad un vistazo a alguno de esos magníficos fósiles del emblemático Archaeopteryx o de alguna de tantas otras formas que convivían con otros dinosaurios en los ecosistemas cretácicos. Una nueva muestra de ello es la recientemente descrita enantiornita o «ave diferente» Sulcavis geeorum procedente de la próspera, al menos en cuanto a registro fósil, provincia china de Liaoning. Esta nueva enantiornita descrita en la revista científica Journal of Vertebrate Paleontology nos brinda una nueva mirada sobre el tipo de dieta que podrían tener algunas de estas «aves diferentes». Y este tipo de dieta, conocida como durófaga, se relaciona con la mayor capacidad de trituración desarrollada por los dientes presentes en formas como Sulcavis y que facilitarían el desmenuzamiento de caparazones relativamente resistentes como son los exoesqueletos de crustáceos como los cangrejos o de insectos como los escarabajos.

Tres veces no lo diría pero tomar un poco de Beetlejuice...


--Referencia: Jingmai K. O’Connor, Yuguang Zhang, Luis M. Chiappe, Qingjin Meng, Li Quanguo & Liu Di (2013): A new enantiornithine from the Yixian formation with the first recognized avian enamel specialization. Journal of Vertebrate Paleontology 33(1):1-12.

No hay comentarios: