31.5.13

Eficiencia energética: la dinopedorrea


Un compañero bibliotecario me envió un correo hace unas horas. En él se podían contemplar algunas imágenes de libros con frases muy interesantes sobre la lectura. Sin embargo, a mí la que más me impactó fue una que carecía de texto porque, esta vez sí, la ilustración valía más que mil palabras. Y, no sé porqué, en ese instante me pareció que nuestro ministro de Educación, Cultura, Deporte (y un largo, pero que muy largo etcétera) debería dedicarse a cosas productivas y legislar para que en todas las casas en las que hay niños fuese obligatorio la existencia y presencia de libros a su alcance: de aventuras, de hadas, de príncipes y princesas, de misterio, de magia, de dionosaurios…

Y en las que no hubiera niños… también. Colocados en un rincón del salón (por colores y tamaños), en la estantería de la habitación (por gustos y necesidades), en el desván (por descuido) y ¿por qué no?: en el cuarto de baño (por el placer de leer en soledad).

Si en las encuestas sobre hábitos de lectura se nos preguntara acerca de “lugares idóneos para leer en nuestra casa”, estoy casi convencida que serían dos los ganadores: la cama (sobre todo si la persona entrevistada está soltera) y el cuarto de baño (si esa persona tiene familia, trabaja y dispone de poco tiempo). ¿Existe un lugar más íntimo, más tranquilo y más nuestro?

Quizás porque fue en ese espacio donde lo leí (ya no recuerdo si en la revista National Geographic o en otra), me hizo mucha gracia descubrir que, si ahora compartiéramos territorio con los dinosaurios, es posible que alguien los responsabilizara, sobre todo a los herbívoros, del calentamiento global del planeta (por aquello del gas metano expulsado tras la digestión). Aunque también podría darse el caso contrario, es decir, que un avispado ministro de Ciencia y Tecnología (o de Trabajo) decidiera explotarlos a mansalva.

El caso es que cada vez que veo a lo lejos el yacimiento de Lo Hueco pienso en esa fuente de energía desperdiciada. Imaginen lo que podría ser contar con un parque temático-empresarial donde cientos de saurópodos fuesen utilizados como gigantescos productores de metano. A lo mejor, ahora que ya se pueden clonar células madre, sería interesante devolver a la vida a estos gigantes y dar paso a una nueva era energética: la dinopedorrea. Podría sustituir a la energía nuclear, contribuyendo así a eliminar sus riesgos y sus desechos y, como no, los famosos ATC´s (sobre todo en Cuenca). Y, por si fuera poco, volveríamos a disfrutar de la compañía de esos buenos lagartones…

Dinosaurios de andar por casa
Sonia Martínez

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Imagen extraida del cómic "Behold the Diplodocus" de la web Pizza Gun Comics.

1 comentario:

gabriela dijo...

¡muy buena idea!!!