8.10.13

¡Bienvenido, Mr. Bones!


Se fue el verano. Atrás hemos dejado ya las vacaciones, las tardes al sol, las charlas nocturnas con amigos y las lecturas tranquilas junto al mar, al borde de la piscina o en la cama (ahora tenemos que compatibilizarlas con nuestra ajetreada rutina diaria).

Según los expertos, ha llegado el otoño, esa estación indefinible por naturaleza, donde uno se levanta con frío, se cuece al mediodía y se congela por la noche. Y con el otoño hemos retomado los quehaceres cotidianos, los estudios y el interés por las noticias cercanas, esas que hablan de Cuenca y su provincia. Y debo confesar que hay algunas que me han sorprendido gratamente: hace unos días, en un periódico digital, podía leerse un titular que aludía a la “próxima apertura de un museo paleontológico en Lo Hueco”. ¡Pardiez! (Sí, en serio, eso fue lo primero que acerté a pronunciar).

Luego, cuando pude controlar la emoción que me embargaba y leer el cuerpo de la noticia, supe que el artículo en cuestión hacía referencia a las declaraciones de nuestra presidenta en el Debate sobre el Estado de la Región… (de Castilla-La Mancha, aclaro).

Desde entonces vivo en mí sin vivir y no puedo dejar de tararear aquella melodía tan conocida de la gran película de Berlanga, “Bienvenido, Mr. Marshall”, donde todos los vecinos del imaginario Villar del Río cantaban: “Americanos, vienen a España guapos y sanos….”

Porque, si eso es verdad y no tenemos porqué dudarlo (¿a que no?) ha llegado el momento de poner en marcha nuestra imaginación y nuestros escasos conocimientos musicales para ir pensando en alguna letra que, aunque no emule el talento del director valenciano, por lo menos sea capaz de reproducir lo que todos sentimos. Se admiten propuestas, del tipo que sean. La mía es muy cutre: “Dinosaurios, vienen a Fuentes limpios y cepillados…” Se nota que soy de publicidad ¿verdad? Quizás podría idearse una campaña como aquella de Huesitos…

Y en el peor de los casos, si vemos que no se nos ocurre nada inteligente que decir, o si, como sucedía en la citada película, los americanos/dinosaurios pasan de largo, siempre nos quedará el recurso de poner los pies en la tierra (de la plaza de mi pueblo, of course) y tomarnos una relaxing cup of coffee. O un bocata de chorizo, ¡ea!

Dinosaurios de andar por casa
Sonia Martínez Bueno

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