Hace poco en este mismo blog se hablaba del nuevo tyrannosaurido de Norte América denominado Lythronax, cuyo descubrimiento aportaba nuevas hipótesis sobre la distribución de este clado durante el Cretácico Superior al oeste del continente norteamericano. Ahora, unas semanas después de esta publicación, sale a la luz el descubrimiento de otro nuevo terópodo de Utah, esta vez de edad Cenomaniense y perteneciente al grupo de los neovenatoridos. Este nuevo taxón denominado Siats meekerorum, es el primer neovenatorido encontrado en Norte America y aporta nuevas evidencias sobre la evolución de los grandes depredadores norte americanos.
El estudio filogenético sitúa a Siats concretamente como un neovenatorido derivado (Megaraptora). Este grupo, junto a los carcharodontosauridos, compone el clado de Carcharodontosauria, dentro de Allosauroidea. Hasta el momento, el único taxón dentro de este clado encontrado en Norte America había sido Acrocanthosaurus, del Cretácico Inferior, lo que implicaba un amplio vacío temporal entre el declive de los allosauroideos y la ascensión de los tyrannosauridos como grandes terópodos de esta región. Ahora, la presencia de un allosauroideo como Siats en el Cretácico Superior norteamericano reduce este vacío unos 15 millones de años y plantea la hipótesis de que la causa de la evolución tardía de los tyrannosauridos en la zona oeste de Norte América sea esta expansión del linaje de allosauroideos.
Y aunque este descubrimiento implica nuevas evidencias evolutivas significativas dentro del continente norteamericano, es importante resaltar que el conocimiento hasta ahora sobre este grupo ya afirmaba su dominancia global y temporal a lo largo del Cretácico, ya que su registro se extiende por Laurasia, con la presencia de Chilantaisaurus en China y Fukuiraptor en Japón, y por Gondwana con la presencia en Argentina de Megaraptor y Aerosteon. Y lo mismo ocurre con su grupo hermano, los carcharodontosauridos, cuyo registro aparece representado en Asia, Sudamérica, Norte América, Europa, y África.
Así que estad preparados, porque aún queda mucho por desentrañar sobre este gran linaje de terópodos, cuya presencia a lo largo del Cretácico, sin duda alguna, no pasó desapercibida y sino que se lo pregunten a los pequeños tyrannosauroideos que convivieron con ellos.
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Más información:
- Imagen: Siats devorando a un Eolambia e intimidando a dos tyrannosauroideos de pequeño tamaño. Ilustración de Julio Lacerda.
- Referencia: Zanno, L. E. & Makovicky, P. J. 2013. Neovenatorid theropods are apex predators in the Late Cretaceous of North America. Nature Communications 4, 2827.
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