Otra de las ponencias presentada al I Encuentro de Paleoarte, desarrollado en marzo de este año Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid corrión a cargo de Sonia Martínez Bueno y planteó una reflexión sobre la utilización del paleoarte en la difusión de la ciencia, su aplicación al marketing turístico en general y, particularmente, su uso en el proyecto de la Ruta de los Dinosaurios de Cuenca.
Es evidente la utilidad del paleoarte como vehículo en la expresión de hipótesis científicas procedentes del entorno de la investigación y su participación en los procesos de la divulgación científica, pero también en disciplinas como el marketing y la comunicación que, a priori, pudieran parecer alejadas del mismo. El marketing turístico, concepto relativamente nuevo que debe ser entendiendo en un sentido amplio, más allá de las tradicionales acepciones de “vender” un lugar. Porque un territorio es tambien un producto y como tal, es susceptible de ser gestionado aplicando estrategias de marketing que traten, básicamente, de satisfacer las necesidades de cualquier usuario del enclave.
Una de sus herramientas fundamentales del marketing turístico es la comunicación que favorecerá la divulgación entre el público en general, visitante o residente, consumidor de productos culturales. Si la difusión del patrimonio es fundamental para garantizar la conservación del mismo, parece evidente que uno de los objetivos puede basarse en atraer al público hacia los lugares donde se expone dicho patrimonio. Esta idea, obvia desde el punto de vista mercadotécnico, es bastante reciente en el campo de la gestión patrimonial y viene a corroborar el cambio de tendencia que se ha experimentado, desde la década de los años ochenta, en la forma de transmitir la cultura: los museos, además de ser el lugar donde se exhiben objetos de arte, se convierten en alternativas de ocio para el gran público, diverso y heterogéneo; es decir, en productos culturales susceptibles de incorporarse al mercado y de utilizar el marketing y la comunicación para atraer visitantes. De hecho, el éxito o fracaso en la afluencia de público a sus instalaciones va a depender, en buena medida, de la imagen que logren conformar en la mente de los posibles usuarios.
Aplicación del concepto a la “Ruta de los Dinosaurios de Cuenca”
La Ruta de los Dinosaurios de Cuenca es un proyecto de divulgación del patrimonio paleontológico promovido por la Diputación Provincial de Cuenca, e inaugurado en marzo de 2015. El proyecto está conformado por dos centros expositivos localizados en los municipios de Fuentes y Cañada del Hoyo, dos conjuntos escultóricos compuestos por la recreación de un dinosaurio saurópodo en Fuentes y dinosaurio terópodo, Concavenator corcovatus, en La Cierva, y por una serie de puntos balizados distribuidos a lo largo de una ruta en los que se pueden observar e interpretar distintos elementos de la geología y la paleontología de su área de influencia.
Básicamente, el proyecto pretende la puesta en valor del patrimonio paleontológico de la provincia de Cuenca que pretende divulgar conceptos científicos utilizando el contenido de dos yacimientos del Cretácico conquense: Las Hoyas (Cretácico Inferior) y lo Hueco (Cretácico Superior). En el proyecto y desarrollo de la musealización, se generaron objetos museográficos procedentes del entorno del paleoarte para cumplir con una función importante como herramienta de comunicación científica..
El centro de interpretación de Fuentes tiene como objetivo primordial la difusión de la riqueza paleontológica del yacimiento de Lo Hueco, de igual modo que el de Cañada del Hoyo se centra en la divulgación de los hallazgos de Las Hoyas. En ambos centros, los ejemplos de paleoarte (ilustraciones, dibujos, reconstrucciones de flora y fauna pretérita, recreación de palopaisajes, etc.) acompañan al visitante en todo el recorrido y son un soporte de comunicación permanente que, como propuesta cultural, pretende atraer y atrapar a los visitantes.
Además, el conjunto se completa con las esculturas expuestas al aire libre en Fuentes (un titanosaurio realizado por Adolfo Cuétara), La Cierva (un Concavenator realizado por Javier Hernández) y que constituyen las expresiones de paleoarte más emblemáticas de la ruta. Por otro lado, el conocimiento ofertado a partir de las acciones paleoartísticas, es fácilmente reconocible en la marca desarrollada al efecto: una abstracción que aúna la imagen de un Concavenator y un titanosaurio realizada por Francisco P. de Ledesma con un enorme potencial para su uso en la comunicación y el marketing turístico.
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