La revista Journal of Iberian Geology acaba de publicar, dentro del volumen especial de las VIII Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno, un nuevo trabajo sobre la diversidad de
espinosáuridos del Cretácico Inferior de la península ibérica. Esta publicación ha sido desarrollada por miembros del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED e investigadores del Instituto DomLuiz de la Faculdade de Ciências da Universidade de Lisboa, y con el título de "An update of the spinosaurid (Dinosauria: Theropoda) fossil record from the Lower Cretaceous of the Iberian Peninsula: distribution, diversity, and evolutionary history", se ha desarrollado una actualización de la información sobre el registro ibérico de espinosáuridos.
Aunque los elementos atribuidos a espinosaurios son relativamente abundantes en yacimientos cretácicos de la península ibérica, estos corresponden principalmente a dientes u otros elementos aislados, en general sin aportar mucha información, mientras que los materiales más completos, son muy escasos en este registro. Además, una parte de estos materiales se han citado de forma preliminar y no se han descrito en detalle hasta el momento. En este trabajo se hace una revisión de los materiales atribuidos a espinosáuridos conocidos tanto en Portugal como en España y se analiza su distribución geográfica y estratigráfica en
las distintas cuencas ibéricas. Atendiendo a este análisis, se discute la diversidad de espinosáuridos en el registro fósil del Cretácico Inferior de la península ibérica.
El registro fósil de espinosáuridos conocido actualmente en la península ibérica se extiende desde el Hauteriviense superior hasta el Aptiense. Los restos de estos terópodos del registro ibérico se han atribuido tradicionalmente al género Baryonyx, descrito en el Barremiense superior-Aptiense inferior de Reino Unido. Sin embargo, la descripción de un ejemplar hallado en la localidad de Santa Águeda (Vallibona, Castellón), en sedimentos de la Formación Morella, interpretado como un ejemplar perteneciente a una nueva espécie, Vallibonavenatrix cani, supone la presencia en el registro de la península de un nuevo espinosáurido que se caracteriza por presentar una combinación de caracteres que lo relacionan más con algunos espinosaurinos gondwánicos que con Baryonyx. Por otra parte, la reciente reinterpretación de Camarillasaurus como un posible espinosáurido, puede aumentar la diversidad de estos terópodos en el Cretácico Inferior de la península ibérica. Tradicionalmente, se sugirió que los espinosáuridos tenían una distribución global y que habían evolucionado de manera divergente en dos linajes durante el Cretácico Inferior: los barionicinos en Laurasia y los espinosaurinos en Gondwana, debido a la apertura del mar de Tetis. Sin embargo, el descubrimiento de barionicinos en Gondwana y formas estrechamente relacionadas con los espinosaurinos en el dominio ibérico indica un escenario más complejo.
Os dejamos el resumen del trabajo a continuación:
El registro fósil de terópodos espinosáuridos del Cretácico Inferior de la península ibérica es relativamente abundante pero habitualmente poco informativo. En general, este registro está representado por dientes aislados, que debido a sus características particulares se distinguen con cierta facilidad de la dentición del resto de los terópodos. Aunque son menos abundantes, también se han atribuido a espinosáuridos otros elementos craneales y postcraneales en diferentes yacimientos ibéricos. Temporalmente, el registro de estos terópodos conocido actualmente se extiende desde el Hauteriviense superior hasta el Aptiense inferior en las cuencas de Cameros y del Maestrazgo (este de España), mientras que en la Cuenca Lusitánica (centro-oeste de Portugal) este registro está restringido al Barremiense inferior. Los restos de espinosáuridos del registro ibérico se han atribuido tradicionalmente al género Baryonyx, descrito en el Barremiense superior–Aptiense inferior del Reino Unido. La descripción de un ejemplar hallado en la localidad de Santa Águeda (Vallibona, Castellón), en sedimentos de la Formación Morella, supone la presencia en el registro de la península de un nuevo espinosáurido que se caracteriza por presentar una combinación de caracteres que lo relacionan más con algunos espinosaurinos gondwánicos que con Baryonyx. Por otra parte, Caramillasaurus cirugedae, originalmente interpretado como un ceratosaurio, ha sido recientemente reinterpretado como un megalosauroideo relacionado de forma provisional con los espinosáuridos. De este modo, el registro ibérico conocido actualmente de espinosáuridos se compone al menos de tres taxones: Baryonyx (o una forma de barionicino cercanamente emparentado), el espinosaurino Vallibonavenatrix cani y, posiblemente, Camarillasaurus cirugedae. Esta diversidad es compatible con la colección de morfotipos dentales de espinosáuridos (diferenciados principalmente por la presencia o ausencia de dentículos en la carena mesial) que se ha descrito en el Cretácico Inferior de la península ibérica.
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Más información:
- Referencia: Malafaia, E., Gasulla, J.M., Escaso, F., Narvaéz, I., Ortega, F. 2020. An update of the spinosaurid (Dinosauria: Theropoda) fossil record from the Lower Cretaceous of the Iberian Peninsula: distribution, diversity, and evolutionary history. Journal of Iberian Geology. https://doi.org/10.1007/s41513-020-00138-9
- Imagen: Materiales seleccionados de espinosauridos del Cretácico Inferior de España. a–c, g, h Elementos del ejemplar tipo de Vallibonavenatrix cani de la Formación de Morella (Morella, Castellón); d–f elementos del ejemplar tipo de Camarillasaurus cirugedae de la Formación de Camarillas (Camarillas, Teruel).
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