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El esqueleto apendicular de Spinophorosaurus en el XVI Annual Meeting de la EAVP


Los dinosaurios saurópodos representaron un volumen importante de los trabajos presentados por los integrantes del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED en el reciente XVI Annual Meeting de la European Association of Vertebrate Paleontologists (EAVP) que ha tenido lugar en la ciudad de Lisboa. Una de estas comunicaciones proponía describir nueva información sobre el esqueleto apendicular de Spinophorosaurus nigerensis, un saurópodo encontrado en el Jurásico Medio de Niger y se titulaba "New information about the appendicular skeleton of Spinophorosaurus nigerensis (Middle Jurassic, Niger)".

El resumen es el siguiente:

Spinophorosaurus is a non-neosauropod from the Middle Jurassic of Niger (Africa) represented by at least two individuals, one with an almost complete axial skeleton, and both specimens with associated skull and appendicular bones. The full preparation and detailed study of the appendicular material is revealing new and important systematic and morpho-funciontal information about this taxon. Both holotype and paratype comprise elements from pectoral and pelvic girdle (scapula, coracoids, clavicles -previously interpreted as tail spikes-, interclavicle, ilium, pubis, ischium) and fore and hind limbs (humerus, femur, tibia, fibula, astragalus, metapodials) being one of the most complete non-neosauropod sauropod found to date. Spinophorosaurus presents a plesiomorphic appendicular skeleton within Sauropoda (e.g. transversely compressed proximal end of the tibia; pubis shorter than ischium, non-coplanar ischial distal end). However, several eusauropod apomorphies are also present such as a scapular blade with a D-shaped cross-section, coracoid dorsal margin lies below the level of the scapular proximal expansion, pubic distal and proximal end in the same parasagittal plan, astragalus is wedge-shaped and the ascending process extends to the posterior edge. Spinophorosaurus presents a specialized and unique scapular girdle (e.g. markedly curved scapular blade, fan-shaped distal expansion) and shares some features with the members of Mamenchisauridae (pronounced posterior flange in the ventral edge of the scapula, fourth trochanter at midline of the femoral posterior face). The systematic analysis of the appendicular skeleton combined with the skull and axial remains indicates that Spinophorosaurus is a member of Eusauropoda more derived than Barapasaurus and Shunosaurus rather than a non-eusauropod.

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Dinosaurios saurópodos del Jurásico Superior de Portugal en el XVI Annual Meeting de la EAVP


Los dinosaurios saurópodos del Jurásico Superior Portugués han estado presentes en el reciente XVI Annual Meeting de la European Association of Vertebrate Paleontologists (EAVP) que ha tenido lugar en la ciudad de Lisboa. La comunicación titulada "Late Jurassic sauropods of Portugal: where are we now?" conducida por Pedro Mocho se incorporaba en el simposio "Sauropod dinosaurs: new insights into their biology, ecology, and evolution". En la presentación oral se pudo hablar un poco del estado de conocimiento actual sobre este grupo de dinosaurios procedentes del Jurásico Superior de Portugal, en particular, del registro fósil de la cuenca lusitánica.

El resumen de la comunicación es el siguiente:

The Late Jurassic sauropods of Portugal have been focus of several recent studies centred on the review and description of known and unpublished specimens, including many new occurrences found in the Turcifal (e.g. Torres Vedras) and Bombarral (e.g. Lourinhã). The application of an extensive dataset of morphological characters is improving the phylogenetic positions and testing the validity of the Portuguese taxa. The Late Jurassic sauropod fauna of Portugal comprises turiasaurs, diplodocines and macronarians. The present analysis concludes: (1) Zby atlanticus needs a new diagnosis and is a member of Turiasauria closely related with Turiasaurus; (2) two diplodocines are identified - a possible member of the genus Diplodocus found in Praia de Valmitão; and Dinheirosaurus lourinhanensis, with an uncertain position within Diplodocinae and exhibiting apomorphies absent in Supersaurus; (3) Lourinhasaurus is a member of Camarasauridae sharing several features with Camarasaurus (future analyses might include Lourinhasaurus alenquerensis within Camarasaurus genus); (4) Lusotitan is recovered as a member of Brachiosauridae and (5) a new specimen found in Praia de Valmitão might represent a more derived titanosauriform than Brachiosauridae, and the oldest occurrence of Somphospodyli in the fossil record. The present analysis supports a closer relationship between Portuguese and North-American sauropods than with Gondwanan forms. This can be explained by a more recent common evolutionary history with the North American territory. The Iberian sauropod fauna also seems to present a wide niche partition for sauropods that might explain the presence of a high taxonomic diversity in this territory, especially for Macronaria clade.

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Las nuevas tortugas Eotaphrosphys, del Cretácico de Francia, y Motelomama, del Eoceno de Perú


Como se indicó recientemente en este blog, Taphrosphyina es un grupo de tortugas pleurodiras (Bothremydidae) que sobrevivió a la crisis de extinción masiva del final del Cretácico, siendo conocido entre el Cretácico Superior y el Eoceno. Este exitoso grupo habitaba en varios continentes: Norteamérica, Sudamérica, Europa, África y Asia. Clásicamente, la mayoría de sus representantes se atribuían a Taphrosphys, un género actualmente reconocido como restringido al Paleoceno de Norteamérica y de África. Sin embargo, los estudios realizados en la última década han permitido reconocer una amplia diversidad. Así, varias de las atribuciones clásicas a Taphrosphys han sido refutadas o puestas en duda, como es el caso de aquellas de especie del Cretácico de Francia ‘Tretosternumambiguum y la del Eoceno de Perú ‘Podocnemisolssoni.


Un nuevo trabajo, que acaba de ser publicado, define dos nuevos géneros para estas pleurodiras de Europa y Sudamérica. La tortuga francesa es atribuida al nuevo género Eotaphrosphys, y la peruana a Motelomama. Eotaphrosphys corresponde al representante más antiguo de Taphrosphyina, siendo el único definido en niveles mesozoicos. Eotaphrosphys es el único representante de ese linaje reconocido en Europa, mientras que Motelomama es el único del registro sudamericano.
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  • Figuras: Arriba: Caparazón ventral o plastron de los dos nuevos géneros de tortugas pleurodiras: Eotaphrosphys (arriba), del Cretácico Superior de Francia, y Motelomama (abajo), del Eoceno de Perú. Abajo: Posición geográfica de las localidades tipo de los representantes de Taphrosphyina (Pleurodira, Bothremydidae). 2 corresponde a aquella de Eotaphrosphys, siendo la única tanto del Mesozoico como de Europa. 3 representa aquella de Motelomama, siendo la única de Sudamérica.

  • Referencia: A. Pérez-García (2018): New genera of Taphrosphyina (Pleurodira, Bothremydidae) for the French Maastrichtian ‘Tretosternumambiguum and the Peruvian Ypresian ‘Podocnemisolssoni, Historical Biology, DOI: 10.1080/08912963.2018.1506779
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Sobreviviendo a la crisis finicretácica: Una pleurodira en el Eoceno de Gran Bretaña


Las tortugas actuales forman parte de dos linajes, separados desde el Jurásico: Pleurodira y Cryptodira. En contraste con el registro fósil español, los restos de Pleurodira son muy escasos en Gran Bretaña, estando restringidos a dos formas costeras que vivieron en el Eoceno, hace unos 50 millones de años. Una de ellas, recientemente identificada, corresponde a una especie indeterminada del género Eocenochelus, y está representada por un único individuo procedente de Sussex. Este género corresponde a Podocnemididae, un linaje que continua, a dia de hoy, formando parte de la biodiversidad actual, estando actualmente restringido a regiones intertropicales. Eocenochelus corresponde a un grupo de origen africano, que alcanzó Europa en el Cenozoico, habiendo sido reconocido en varios países europeos: Gran Bretaña, Bélgica, Francia, España a Italia.


La segunda forma británica atribuible a Pleurodira es un representante de otro linaje: Bothremydidae. Esta forma se ha hallado en la Isla de Sheppey (Kent). Varios caparazones han sido identificados desde el siglo XIX. Algunos de esos especímenes clásicos permitieron la descripción de cuatro supuestas nuevas especies. Un nuevo estudio, que acaba de ser publicado, revisa todos los ejemplares previamente conocidos y analiza otros hasta ahora inéditos. Todos ellos son atribuidos a una única especie, para la que se ha propuesto la nueva combinación Palemys bowerbankii. Así, Palemys bowerbankii es la única tortuga pleurodira reconocida en el registro británico a nivel específico. Este nuevo trabajo designa un neotipo para la especie, y establece una nueva diagnosis. Muchos de los ejemplares clásicos no habían sido, hasta ahora, figurados. Fotografías de la mayoría de estos ejemplares son incluidas en esta publicación. El mejor conocimiento sobre esta forma, de la que se identifican tanto individuos juveniles como adultos, permite realizar una reconstrucción de su caparazón, así como su inclusión en una hipótesis sobre las relaciones de parentesco de este linaje. De esta manera, Palemys bowerbankii no es identificado como un linaje que migró en el cenozoico desde otro continente sino que, en contraste con la otra pleurodira británica (es decir, con Eocenochelus), se identifica como un superviviente de un clado bien representado en el Cretácico Superior europeo.

  • Referencia: Pérez-García, A. 2018. New insights on the only bothremydid turtle (Pleurodira) identified in the British record: Palemys bowerbankii new combination. Palaeontologia Electronica 21.2.28A 1-12. https://doi.org/10.26879/849 palaeo-electronica.org/content/2018/2268-british-bothremydid-turtle
  • Figuras: Fotografías y dibujos de los ejemplares clásicos y hasta ahora inéditos de Palemys bowerbankii (arriba) y reconstrucción del caparazón (abajo).


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Paludidraco, un manatí reptiliano de hace 230 millones de años


Durante el Triásico Superior, hace unos 230 millones de años, lo que hoy es la provincia española de Guadalajara se encontraba cubierta por las aguas cálidas y poco profundas del antiguo Mar de Tethys. Estas aguas estaban habitadas por multitud de animales entre los que se encuentra un grupo particular de reptiles denominados sauropterigios. A éste pertenecen algunos organismos muy populares, como los plesiosaurios.


Los trabajos de investigación paleontológica realizados en las cercanías del pantano de El Atance, en el término municipal de Sigüenza (Guadalajara), han permitido identificar un nuevo reptil marino que habitó esa zona durante el Triásico. El descubrimiento de este nuevo organismo, descrito a partir de restos bien preservados de varios individuos, acaba de ser publicado en la revista científica Biology Letters. Su nombre, Paludidraco multidentatus, significa “dragón del pantano con muchos dientes”, destacando el altísimo número de piezas dentales presentes en el cráneo y mandíbula de este animal y a que fue hallado en la orilla del pantano de El Atance


Paludidraco pertenecía al grupo de los simosáuridos, hasta ahora representado por depredadores marinos de 3 o 4 metros de longitud que se alimentaban de peces y crustáceos. Sin embargo, y aunque presentaba un tamaño similar, Paludidraco tiene algunas características muy peculiares: una mandíbula muy delgada y frágil, con un gran número de dientes curvos de pequeño tamaño y una estructura del tórax formada por vertebras y costillas extremadamente robustas. Tanto la fragilidad de las mandíbulas de este animal, como su estructura corporal robusta, que le otorgaba una maniobrabilidad limitada, indican que Paludidraco no era un depredador activo como sus parientes más cercanos. Sus dientes pequeños y numerosos formarían una empalizada que funcionaría como un tamiz, permitiéndole filtrar el alimento y expulsar a continuación el agua sobrante. Así, este peculiar reptil se desplazaría por aguas marinas costeras tranquilas y poco profundas, recorriendo lentamente el fondo en busca de pequeños animales en el sustrato o, como en el caso de los actuales manatíes, de materia vegetal. Este modo de vida era hasta ahora desconocido para cualquier reptil, aumentando así la ya enorme diversidad de los reptiles marinos durante el Triásico.



Referencia
  • de Miguel Chaves C, Ortega F, Pérez-García A. 2018 New highly pachyostotic nothosauroid interpreted as a filter-feeding Triassic marine reptile. Biology Letters. 20180130. http://dx.doi.org/10.1098/rsbl.2018.0130

Imágenes (de arriba a abajo):
  • Aspecto de uno de los esqueletos de Paludidraco durante la excavación.
  • Holotipo de Paludidraco, junto a un esquema que permite interpretarlo.
  • Recreación del aspecto en vida de un individuo de Paludidraco (Autores: Eloy Manzanero y Natalia Pérez).
  • Representación gráfica (cladograma) de las relaciones de parentesco de Paludidraco en el contexto de los sauropterigios.